Los gigantes del barrio de Avall de Montbrió son las figuras desaparecidas del antiguo séquito de Reus

Un estudio impulsado por el Taller Avall y el investigador Lluís Ardèvol ha revelado que los gigantes del barrio de Avall de Montbrió del Camp son en realidad las figuras desaparecidas del antiguo séquito de Reus. El hallazgo se ha hecho a raíz de la restauración de las piezas, que fechan de mitades del siglo XVIII. Al mismo tiempo, la investigación ha identificado al autor, el escultor Carles Morató, a quien de rebote le atribuye la creación de las parejas Vitxet y Vitxeta, Moros y los Indis de Reus, así como del Gegant del Pi de Barcelona y el gigante de Torroella de Montgrí. El gerente del Taller Avall Aleix Alvarez, ha afirmado a ACN que el descubrimiento es «muy importante a escala nacional» para conocer el origen de estas piezas de la imaginería festiva catalana.

La investigación se inició ahora hace un año, durante la restauración de los gigantes Pintxo y Pintxa del barrio de Avall de Montbrió del Camp (Baix Camp). Las incongruencias en el relato sobre el origen de esta pareja de piezas festivas alimentó la curiosidad del grupo de investigadores, que estudiaron diferentes líneas de trabajo para averiguar por una parte quién era el autor de las figuras y de la otra, de dónde salieron y cómo acabaron en la localidad.

Uno de los primeros elementos que llamaron la atención a los restauradores fueron los materiales con los qué la pareja fueron construidos; la madera de pino rojo, muy común en la zona del Pirineo durante el siglo XVIII fue uno de los primeros hilos para estirar. El hecho de que los gigantes fueran articulados también los ayudó a ubicar temporalmente las piezas en un periodo temporal concreto, así como la policromía que presentaba, con restos de blanco de plomo y una imprimación con tierras rojas, hecho que marcaba que fueron construidos antes de 1800.

El estudio morfológico que se ha elaborado también señala que tanto el Pintxo como la Pintxa fueron concebidos como «hermanos» de otras parejas, como el conjunto de gigantes de Toledo, el de Torroella de Montgrí, el Gegant del Pi de Barcelona y los gigantes bicentenarios de Reus. Todos ellos, según los investigadores, son obra de la estirpe de los escultores Morató de Solsona, más concretamente del maestro y escultor Carles Morató.

En el caso de la pareja de Montbrió, Alvarez señala a ACN que fueron creados el año 1756 y que inicialmente formaron parte del antiguo séquito de Reus. De esta manera, la investigación indica que se trata de las piezas desaparecidas del antiguo séquito ganxet. Con respecto a la Mulassa de Reus, los estudiosos siguen trabajando para confirmar que también sea obra de Morató, una premisa que esperan confirmar y que consideran «muy probable» dada la similitud de la pieza con la Tarasca de Toledo.

Finalmente, la pieza clave para identificar que el Pintxo y la Pintxa ha sido la escultura de Sant Pere se encuentra en el retablo mayor de la iglesia del santuario del Milagro de Riner (Solsonès), elaborado por Carles Morató. Se trata de una figura que según Alvarez, tiene «facciones exactas» a los gigantes de Montbrió.

La llegada a Montbrió, entre 1818 y 1820

En la misma línea, la investigación determina que estos cayeron en desuso una vez se crearon los actuales gigantes bicentenarios de Reus, a finales del siglo XVIII. Con este contexto y por medio de quien fue teniente coronel y concejal en el Ayuntamiento de Reus -Albert Olives Borja-, el barrio de Avall de Montbrió se quedó con la pareja de gigantes que habían quedado en un segundo término en la capital del Baix Camp. Todo, en un periodo que los historiadores estipulan que fue entre 1818 y en 1820, en medio de un contexto de rivalidad entre el grupo de Avall y el grupo del barrio de la Closa. Así el estudio, que ya ha sido inscrito en el Registro de la Propiedad Intelectual, afirma que el Pintxo y la Pintxa cumplirán 270 años este 2026.

Entre la sorpresa y la alegría

El hallazgo ha sido recibido entre sorpresa y alegría en el municipio, especialmente en el barrio de Avall. «No sabíamos el origen ni de dónde provenían, eran vistos como unos gigantes de poco nivel y ahora ya no, es como el patito feo», ha celebrado Imma Boquera, actual cap de colla de los Gegants del barrio de Avall de Montbrió del Camp. Con todo, desde el Ayuntamiento ya están trabajando para encontrar una ubicación donde poder exponer este y el resto de gigantes bicentenarios que hay en el municipio, una decisión que tendrá que ser consensuada con los grupos. «Como pueblo es un orgullo, tenemos dos parejas bicentenarias, es un activo cultural que nos puede traer gente. Seguiremos trabajando para promocionar el municipio a través de nuestra cultura popular», ha afirmado la alcaldesa, Carmina Blay.

El descubrimiento se ha dado a conocer con el inicio de la fiesta mayor de Sant Pere, donde han salido a bailar a la docena de gigantes que forman parte del actual séquito festivo de Montbrió del Camp. Paralelamente, está previsto que el próximo año se publique un libro donde se recojan las conclusiones de la investigación.