Educación
Ònia Amenós, del INS Gabriel Ferrater de Reus, obtiene la mejor nota en las PAU en Tarragona
Marc Urgell, estudiante del Instituto de l'Arboç, ha empatado en la nota de la fase general con un 9,50

Ònia Amenós, mejor nota de las PAU 2025 en Tarragona.
Ònia Amenós, estudiante del Instituto Gabriel Ferrater i Soler de Reus ha obtenido la mejor nota de las PAU en la demarcación de Tarragona con un 9,50. Amenós, estudiante del bachillerato humanístico, afirma que la noticia le pilló ayer «antes de subir al ferri» que la traería de Menorca a Barcelona, después de haber pasado unos días de vacaciones.
«Le ha llegado un mensaje a mi padre de la consejera de Investigación y Universidad para decirme que recibiría una llamada pronto y, cuando me ha telefoneado, me ha dado la sorpresa», explica. Además, asegura que no se esperaba un resultado tan bueno, ya que «había salido con buenas sensaciones de la mayoría de exámenes, pero tenía dudas de cómo había ido realmente, así que la noticia ha sido del todo inesperada».
Aunque sus objetivos no le exigían una nota muy alta, hecho por el que no necesitó ir a la fase específica, su buena nota final en Bachillerato (9,776) y la de las PAU le tendrían que permitir estudiar lo que quiere: «Me gustaría estudiar filología catalana y, en segundo de carrera, empezar filología hispánica en la URV. En teoría, si la nota de los años no varía, necesito un 5, así que se supone que entraré seguro».
Con respecto a las asignaturas, la futura estudiante de filología comenta que las que le han ido mejor han sido catalán, filosofía y latín, aunque filosofía se lo tuvo que preparar más, ya que «la manera como se tiene que trabajar en la asignatura me parece complicada». Por otro lado, admite que la más floja ha sido inglés.
Por otra parte, llega el verano y con el trabajo hecho Amenós pretende celebrar la buena noticia cuando se reencuentre con los amigos y la familia: «El apoyo de mi gente ha sido indispensable para hacer frente a todos los ratos de incertidumbre. Y en general, todo el verano lo pasaré de celebración, porque tengo pensado dedicarlo al descanso y a la recuperación de energías para el próximo curso».
Al mismo tiempo, insiste en el hecho que cerrar la época del Bachillerato y las PAU «es una sensación muy gratificante y, sobre todo, tranquilizadora». «Durante todo el curso los estudiantes estamos centrados en unas pruebas que determinan nuestro futuro. Eso nos produce una incertidumbre que no nos permite relajarnos», argumenta.