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Educación

Arrancan las PAU para más de 4.000 estudiantes de las comarcas tarraconenses y ebrenses

Los alumnos se estrenan con castellano en una selectividad marcada por el cambio de criterio de las faltas de ortografía

Estudiantes empezando las PAU en una de las aulas del campus Catalunya de la URV.

Estudiantes empezando las PAU en una de las aulas del campus Catalunya de la URV.ACN

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4.175 estudiantes de las comarcas tarraconenses y ebrenses han empezado este miércoles las Pruebas de Acceso en la Universidad (PAU) de este 2025, marcadas por el cambio de criterio en la corrección de las faltas de ortografía. Son 140 alumnos más respecto a los del año pasado (4.035). De los que se examinan este año, 3.767 provienen de bachillerato y 408 de ciclos formativos.

En el campus Catalunya de la Universidad Rovira i Virgili, los candidatos repasaban los últimos apuntes antes de afrontar la primera prueba de la jornada, de lengua castellana y literatura, con los habituales nervios, pero también con confianza y máxima concentración. En la demarcación, hay 24 tribunales repartidos entre Tarragona, Reus, Cambrils, Valls, Vila-seca, Tortosa, Móra d'Ebre y Amposta.

Releer, repasar y comentar apuntes entre los compañeros de clase y los maestros. Esta ha sido la imagen minutos antes de la entrada a las aulas de los alumnos que este año se examinan de las PAU en el campus Catalunya de la URV. A las nueve en punto de este miércoles por la mañana han empezado los exámenes de un total de 35 materias que se alargarán hasta viernes. Xana Collado y Alba Carrillo, estudiantes del Instituto de Altafulla, han afirmado que sus maestros las han preparado para afrontar las pruebas de acceso a la universidad. «Estamos muy nerviosas por el nuevo modelo y porque nos lo estamos jugando todo, en castellano vamos algo más tranquilas porque el profesor nos ha preparado mucho», han afirmado las jóvenes.

Ellas necesitan una nota de 11 y 10,8 para entrar a las carreras de Ciencias Políticas y Derecho y Periodismo con Ciencias Políticas en la Universitat Autònoma de Barcelona y Pompeu Fabra. Preguntadas sobre el nuevo modelo de examen más competencial y los cambios en la corrección de las faltas de ortografías, las alumnas han considerado que es «bastante injusto porque se ha anunciado una semana antes; los cambios se tienen que hacer cuando entras a primero de bachillerato».

Después de la primera prueba, los nervios se han reducido un poco entre el alumnado. Ariadna Blanch, del Instituto Pons de Icart de Tarragona, ha explicado que ha encontrado complicado el examen de castellano al inicio porque el texto era «un poco fácil de confundir». Con todo, ha afirmado que una vez ha avanzado se ha sentido más tranquila y todo ha sido más fácil. «También había bastantes cosas que las podías deducir y las preguntas no han sido trampa o rebuscadas», ha comentado.

En cuanto al modelo único de examen, la joven ha opinado que pensaba que sería una desventaja, pero ha asegurado que al final les ha ayudado a ahorrar tiempos. «Te gustaría poder elegir cuál te has estudiado, pero te ahorras tiempo y puedes repasar mejor», ha remarcado. También ve con buenos ojos que las faltas de ortografía descuenten y cree que no habrá hecho muchas porque ha tenido tiempo de repasar. «Lo encuentro bien, hace que la gente se espabile más en escribir mejor y salimos con más nivel», ha aseverado. Ella quiere estudiar Psicología en la URV y necesita un 9,5 de nota.

Otro de los alumnos que también se ha examinado es Iker Acosta, del Sagrat Cor del Vendrell. Ha explicado que se esperaba que fuera más fácil el examen de castellano y ha lamentado que los nervios lo han traicionado. «La parte mínima me pensaba que la sacaría, pero se me han ido de la cabeza conceptos, he dudado mucho y por dudar he perdido tiempo y he hecho la redacción como he podido», ha detallado. A pesar de que le han sacado el examen de las manos, solo piensa en seguir para aprobar el resto de pruebas.

Comparte opinión con Ariadna y considera positivo tener un solo modelo de examen, puesto que de este modo no pierden tiempo en escoger. Él quiere estudiar filología hispánica y ha remarcado que ha estudiado durante los dos años de bachillerato. «Esta última semana con mucha más fuerza, con tranquilidad también porque no tengo presión de nota de corte, pero si intentar hacerlo bien».

El profesor del Instituto Pons de Icart, Ricardo Rodríguez, comentaba con sus alumnos el examen y ha señalado las dudas que les ha generado el texto expositivo sobre la incertidumbre. «Sin haber visto el examen, no creo que sea difícil; creo que es una asignatura que es fácil aprobar, pero a la hora de sacar muy buena nota o la máxima nota, un 10, esto ya es bastante difícil», ha expresado. El docente ha dicho que el Departamento de Universidad tendría que trabajar con más previsión después de los últimos cambios. «Nos facilitaría nuestro trabajo en general del día a día, las faltas preocupan los alumnos de castellano, estoy a favor que descuenten a todas las asignaturas porque nos ayudará a mejorar la expresión escrita», ha defendido.

Preocupación por los cambios en los exámenes

El coordinador de las PAU en la URV, Pere Millán, ha explicado que se han constituido todos los tribunales -24- y que los exámenes han empezado puntuales. «Este año, tenemos 140 estudiantes más respecto al curso anterior y los hemos podido meter con los tribunales que teníamos», ha detallado. Millán ha afirmado que el arranque ha «ido bien» y ha apuntado que los estudiantes están «más preocupados» por los cambios en la tipología de exámenes.

«Quiero tranquilizarlos porque están preparados por estos exámenes más competenciales, no tan memorísticos, hace dos años que hacen el bachillerato y están perfectamente preparados para poder superarlos»; ha asegurado. También ha apuntado que el nuevo modelo genera dudas en relación con una posible bajada de las notas. «Hay zonas del Estado qué ya se han publicado, y sí que ha habido un pequeño descenso en la nota, pero no un impacto importante como mucha gente esperaba», ha comentado.

Preguntado sobre el cambio de criterio en la hora de corregir las faltas de ortografía, el coordinador ha afirmado que se explicaron «mal» en la publicación de octubre. «Estamos en proceso de adaptarnos en el Real Decreto para la adaptación de estas pruebas de acceso a la universidad, y allá se indica que en los exámenes donde se tenga que redactar un texto más o menos largo se tendrán en cuenta, aparte de las faltas, la redacción, la claridad, la coherencia en la redacción. Esto no ha cambiado», ha subrayado.

De cara, el próximo año, se ampliarán en tres o cuatro los tribunales a raíz del incremento de estudiantes. Por eso, ya han reservado más aulas a la URV para poder hacer las pruebas durante los tres días de las PAU el 2026. Este año, hay siete tribunales en Tarragona, seis en Reus, dos en Vila-seca, dos en Valls, uno en Cambrils, cuatro en Tortosa, uno en Móra d'Ebre y uno en Amposta. En cuanto a los docentes, hay más de 150 profesores de universidad y secundaria que se encargarán de corregir los exámenes.

Los resultados de las pruebas se publicarán el 25 de junio. Del 3 al 30 se puede hacer la preinscripción universitaria y el 11 de julio, se hará la primera asignación de plazas. La convocatoria de septiembre de las PAU será el 3, 4 y 5 de septiembre.

Doctorandos en lucha por un cuarto año de formación

Un grupo de doctorandos de la red de Doctorands en Lluita se han concentrado a las ocho de la mañana a las puertas del campus Catalunya para reclamar que el Gobierno los pague el cuarto año de formación. «Somos hoy aquí para reivindicar un problema muy urgente, un problema real, tangible, más allá de lo que es moral se están violando dos leyes estatales, y lo está violando la Generalitat de Cataluña», ha espetado la Neus Anglès, miembro del colectivo.

La doctorando ha exigido a la consellera de Universitat, Nuria Montserrat, que se implemente el contrato del cuarto de año. «Estas dos leyes indican que las tesis doctorales se tienen que hacer en cuatro años y nosotros las estamos haciendo en tres. Y, además, como no las estamos acabando en tres años, vamos al paro o estamos acabando en una situación de vulnerabilidad y de absoluto cinismo», ha expresado.

Así mismo, Anglès ha asegurado que fue la consellera quién los propuso incluirlos en el tercer suplemento de crédito. «Pensamos o malpensamos que nos lo dijo para marear la perdiz y para que nos desorganizáramos, ahora estamos en un punto de inflexión porque hasta que no se ratifique esta aprobación del tercer crédito todavía hay un margen para que la consejera cumpla con su palabra, pero que sobre todo cumpla con la ley», ha dicho.

En la URV, hay un centenar de personas afectadas. Este martes, las doctorandas se reunieron con el rector de la universidad, Josep Pallarès. «Nos apoyan absolutamente con nuestra demanda, hablamos de hacer frente común para poder abordar esta situación tan precaria de la URV», ha destacado. Por ahora, continuarán movilizándose hasta que no consigan el cuarto año de formación.

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