Política
Visita magna a oscuras
Salvador Illa fue recibido este lunes por los alcaldes de Salou y Vila-seca, con quien mantuvo «reuniones de trabajo» de las cuales no ha trascendido nada

Pere Granados recibiendo a Salvador Illa en las puertas del Ayuntamiento de Salou.
Llegar, saludar, reuniones a puerta cerrada y marcharse. El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, protagonizó ayer dos visitas protocolarias, prácticamente idénticas, a los ayuntamientos de Salou y Vila-seca. «Me encuentro aquí en el marco de la celebración de los 30 años de PortAventura» repitió en su texto en ambos libros de honor.
El presidente agradeció la implicación de estos dos municipios en el desarrollo del parque, destacando que esta es «un proyecto relevante por el sector turístico» que «genera prosperidad». Además, instó a los consistorios a seguir trabajando para «compartir socialmente» esta riqueza que genera el sector turístico.
Los periodistas que acompañamos las visitas no pudimos escuchar muchas más palabras de este encuentro, ya que posteriormente a los actos protocolarios, el presidente se cerró con los equipos de gobierno municipal para mantener «reuniones de trabajo» de las cuales no se ha podido saber su contenido.
Desde el Ayuntamiento de Salou se limitaron a señalar que se abordaron «temas de actualidad política y de interés para la ciudad». De manera puramente especulativa, uno puede imaginar que el alcalde de Salou, Pere Granados, hizo salir a la conversación la reclamación de un Área Básica Policial (ABP) en el municipio. Precisamente, ayer mismo Granados reiteró esta petición durante la presentación de la temporada de playas.
Cuando menos, la cuestión policial tuvo cierta relevancia a la visita del presidente, ya que en el impas de una casa consistorial en la otra, visitó la comisaría de los Mossos d'Esquadra de Vila-seca-Salou. En este caso, la prensa no pudimos ser presentes, pero desde el equipo del presidente señalaban que se trataba de una «visita institucional como máximo representante del cuerpo».
Eso sí, se ha podido saber que tanto la delegada del Govern en Tarragona, Lucía López, como el alcalde Pere Granados fueron presentes en esta parada. No estuvo allí el alcalde de Vila-seca, Pere Segura, un encuentro del cual hay menos información. Los dos alcaldes también obsequiaron al presidente. Granados escogió una réplica de la estatua del rey Jaume I de Salou. En el caso de Segura, le entregó el libro Vila-seca camino de mar.