Diari Més
Javier Sancho

Director del Complejo Industrial de Repsol en Tarragona

Entrevista

Javier Sancho: «La parada del 2026 en el cracker permitirá reducir 150.000 toneladas al año de CO2»

El director del Complejo Industrial de Repsol en Tarragona habla con Diario Más de los retos de la descarbonización, la economía circular, la especialización de los productos plásticos y el reciente estudio del Observatorio de la Calidad del Aire

El director del Complejo Industrial de Repsol en Tarragona, Javier SanchoCedida

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Tarragona

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El pasado mes de marzo finalizasteis la parada de la planta de química derivada con el presupuesto mayor de la historia, 150 MEUR. ¿Se han alcanzado los objetivos deseados?

«Ha sido un éxito: hemos hecho las actuaciones que teníamos previstas con más de 800.000 horas de trabajos y de ejecución. Hasta ahora cuando hablábamos de una parada de mantenimiento, hablábamos de paradas de 350.000, 400.000 horas, y en paradas importantes. Ahora estamos duplicando los trabajos que hacemos en la parada porque no sólo hacemos actuaciones de mantenimiento relevante sino que hacemos muchas inversiones de mejora. El hito más importante es que no hemos tenido ningún incidente desde el punto de vista de seguridad y medio ambiente. Hemos hecho una planificación muy importante desde el punto de vista de seguridad de los trabajos, con más de 24.000 horas de formación en seguridad y 120 personas dedicadas exclusivamente a trabajos de gestión de seguridad y medio ambiente, y todo con la dificultad en tener algunos días más de 2.900 personas trabajando dentro de las instalaciones».

El año 2026 la parada se realizará en el cracker y la planta de olefinas. ¿Ya lo estáis preparando?

«Sí, nosotros trabajamos a dos años vista porque supone de una gran tarea de planificación».

¿Cómo será esta parada en términos de presupuesto y de innovación?

«La parada del cracker del 2026 será una parada muy relevante dentro de la senda de descarbonización del complejo industrial, porque haremos un hito muy importante para la electrificación de grandes máquinas de la planta de Olefines. Ya es una inversión que tenemos aprobada y que ahora estamos en fase de diseño, que nos permitirá reducir entre 140.000 y 150.000 toneladas al año de CO2. En cuanto a inversión, será similar a la de este año.».

La descarbonización del complejo es uno de los hitos que se tiene que conseguir de cara al año 2050. ¿Cómo se conseguirá?

«Para llegar en el 2050 con esta 100% de emisiones neutras de CO2 tenemos que alcanzar unos hitos muy concretos. La primera es, el año 2025, llegar al 18% de descarbonización. El año 2030, llegar al 25% y así hasta el 2050. Tenemos una serie de iniciativas que estamos implementando. Como te lo comentaba, las paradas programadas son un momento importante para implementar mejoras. Cuando hacemos este cálculo de reducción de emisiones, siempre cogemos como referencia las emisiones que teníamos el año 2016. 

Cuando decimos que ahora, el año 2025, ya alcanzaremos este primer hito de reducción de emisiones, querríamos lo compararemos con las emisiones que teníamos en el complejo. Ya hemos hecho inversiones relevantes que nos permitirán alcanzar este objetivo. De hecho, en la parada de la química derivada, estamos finalizando el proyecto de inversión de la electrificación de una gran máquina que nos permitirá reducir más de 5.000 toneladas de CO2 al año. Como te lo comentaba, en la parada del cracker, tenemos inversiones de electrificación importante de las máquinas».

¿Todo pasa por la electrificación?

«La electrificación es una palanca, pero no es la única. Tenemos más como la circularidad, potenciar las energías renovables, potenciar los combustibles renovables y el hidrógeno verde».

Otro de los objetivos es la especialización. ¿Por qué?

«Porque la industria petroquímica en Europa no podemos competir por precio con respecto a otros competidores de fuera de Europa. Entonces, la estrategia que hemos marcado es que nos tenemos que ir diferenciando con la calidad de nuestros productos y sobre todo con la funcionalidad de estos productos. En este caso, ya hemos hecho proyectos relevantes del punto de vista de diferenciación y tenemos más proyectos en cartera».

¿Cuáles son?

«Básicamente, proyectos que nos llevan a nuevos materiales, a nuevos productos y nueva funcionalidad de estos materiales. Pusimos en marcha una planta, un reactor que nos permite fabricar un plástico muy resistente a los impactos. Cuando hablamos de la electrificación del tráfico, muchas veces se nos escapa que uno de los problemas principales que tiene el vehículo eléctrico es el del elevado peso. Entonces, nosotros estamos colaborando con esta industria en el sentido de poner a disposición del mercado plásticos que son muy resistentes a los impactos. Y ahora poniendo en marcha una modificación de la planta de poliméricos para fabricar un producto de una gran calidad que va dirigido al sector del mobiliario, del confort».

También se ha hablado de una posible nueva planta el año 2026. ¿Cómo será?

«Es una nueva planta que fabricará un plástico, un polietileno, pero dirigido a la fabricación de cables de extra alta tensión eléctrica. Como hablamos también de potenciar las renovables y potenciar sobre todo la energía eólica, muchas veces se nos olvida de que lo que es importante es tanto la instalación y generación de electricidad renovable como toda la red de distribución.

Entonces cada vez es más importante desarrollar esta red de distribución de energía eléctrica de extra alta tensión, y todos estos cables necesitan una capa de plástico aislante, que es este polietileno de muy alta calidad. Es de una calidad que no admite ningún tipo de contaminante, y lo fabricaremos en salas blancas. Y eso es equivalente como una sala farmacéutica, que no puede aceptar contaminantes».

¿Se apuesta por la economía circular dentro del complejo?

«Es una pata muy fundamental desde el punto de vista de los plásticos. Ya estamos ahora mismo con un proyecto que lo hemos llamado Reciclex, y que son plásticos que les estamos reciclando y reutilizando. Pero, por otra parte, todo el tema de la economía circular del agua es muy importante.

Cuando hablamos de nuevos proyectos, yo diría que el proyecto más relevante es el conjunto Ecoplanta y que fabricará 23.000 toneladas al año de hidrógeno verde. Estas plantas, lo que queremos y estamos diseñando es que consuman el agua circular y regenerada. Es muy importante, especialmente con el territorio y el estrés hídrico que tenemos, que los recursos hídricos sean a partir de la economía circular y la circularidad del agua».

¿Qué porcentajes de uso de agua circular prevén tener?

«Ya estamos reduciendo los consumos del agua y estamos substituyendo el uso de agua sucia del Consorcio de Aguas de Tarragona por agua reaprovechada. Ahora mismo un 15% del agua que consumimos es agua regenerada, y ya tenemos planes para ir incrementando el porcentaje. En dos años tendríamos que ser capaces de recircular aproximadamente un 20%, pero queremos llegar en el 2030 con porcentajes de entorno el 40 y el 45%. Toda esta agua será agua a disposición del territorio».

El aire también es un tema clave en su relación con el territorio. Justo este año se ha publicado por primera vez en el estudio de la calidad del aire las puntas de butadieno.

«Yo siempre he dicho que el Observatorio es un ejercicio primero de valentía, de responsabilidad y de dar respuesta a las inquietudes del territorio. Ya se inició en el 2018 y llevamos 5 años en marcha. Es una herramienta que ha sido y está siendo fundamental para tener más conocimiento y sobre todo para ir introduciendo por parte de los sectores industriales mejoras a nuestras operaciones y a nuestras instalaciones que vayan minimizando más el impacto.?

Pensamos que es una herramienta que sería muy importante para que entre dentro de la mesa de calidad del aire del Campo de Tarragona. Hemos adelantado de una forma muy importante, como decías, con el análisis de puntas episódicas, que sobrepasan el límite que nos hemos establecido sólo en un 1% de las muestras recogidas. Al final nosotros siempre hablamos y me gusta siempre reforzar el mensaje de la ‘licencia social para operar’. La licencia social para operar es la licencia que el territorio nos da cada día para poder continuar nuestras operaciones y es importante escuchar el territorio.».

¿Cree que es suficiente con publicar el estudio? Los episodios de olores, ruidos y de cremas en las antorchas también preocupan a la población...

«Nuestro equipo está muy concienciado de que en todas las tareas operativas que hacemos se tienen que hacer sin ninguno generar molestias de olores, ruidos y de impacto visual. Lógicamente la antorcha es un elemento que tiene un impacto visual importante cuando se activa, pero lo que tenemos que pensar es que la antorcha es un elemento de seguridad básico y que sólo se activa en aquellos momentos que es necesario ante un incidente o de una parada de las unidades para hacer que la instalación del complejo esté condiciones seguras.

Lo que hemos hecho es introducir mejoras muy importantes en las antorchas. En esta parada de la química derivada hemos actuado en la antorcha de esta sección y ahora ya tenemos en funcionamiento antorchas que están en la última tecnología, que lo que hace es reducir a la máxima expresión los humos, el ruido y el impacto visual, reduciendo mucho la altura de llama»

Procesos automatizados con inteligencia artificial

El director del Complejo Industrial de Repsol, Javier Sancho, reconoce que la inteligencia artificial también juega un papel «muy importante» de cara a los próximos años, pero también en el presente. En la última parada, finalizada en marzo, ya se han hecho operaciones de limpieza e inspección a partir de robots. «I hemos tenido los mejores resultados», indica.
Por otra parte, manifiesta que se está haciendo una «apuesta firme» para alcanzar procesos de inferencia, a partir de la inteligencia artificial, que contribuirán en la optimización de energía y ganar competitividad, así como seguridad y protección ambiental. «Estamos desarrollando muchas herramientas que nos harán ser más competitivos. Por ejemplo, ahora tenemos ya sistemas de inferencia por formulación de productos.
La gasolina o el diésel, como productos muy conocidos, no son productos puros, sino que son mezclas de muchos productos que se fabrican en la refinería con una forma muy concreta para cumplir las especificaciones. Eso ya lo estamos haciendo de forma automática, con modelos de inferencia que se hacen, sobre todo, ser más competitivos», explica.
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