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Tres salidas diferentes para conocer Cornudella de Montsant y su entorno

Ermitas, cimas y grandes panorámicas son sus atractivos

Una imagen de Albarca.

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Motius no hacen falta para visitar Cornudella de Montsant, los diversos núcleos de población que la conforman y su entorno único. Estos días, la villa prioratina se encuentra inmersa en la celebración de su Fiesta Mayor de verano. Si decidimos visitar el pueblo coincidiendo con la festividad, pero tenemos ganas de hacer alguna cosa más que disfrutar de los actos programados, os proponemos algunas ideas. Conocer el núcleo de Cornudella y hacer una cata de vinos en su bodega cooperativa obra de Cèsar Martinell –una de las Catedrales del Vino del Priorat– o subir hasta el pintoresco y legendario núcleo de Siurana son las actividades más habituales que se pueden hacer al visitar esta zona, pero no son las únicas.

Una ermita entre guijarros

A tres kilómetros del centro de Cornudella, encontramos la ermita de Sant Joan del Codolar. El templo, de origen cartujano, recibe este nombre por los còdols, o rocas gigantes que lo rodean. Se puede hacer una excursión a pie o llegar en 4x4 y es una de las pocas ermitas que se puede visitar por dentro, ya que vive allí un ermitaño que hace el mantenimiento.

Albarca, un lugar estratégico

Situado en un enclave estratégico a los pies del Montsant, donde se unen la solana y la umbría de la montaña, Albarca está casi deshabitado y sus casas de piedra se han convertido en segundas residencias. Visitar el pequeño pueblo es hacer un viaje en tiempo que permite imaginar perfectamente cómo era la vida años atrás por estas regiones.

La cima del Montsant

Con 1163 metros de altitud, la Roca Corbatera es la cima más alta de la Sierra del Montsant y se encuentra justo encima los riscos de Cornudella. Son diversas las rutas que se pueden seguir para llegar, una de ellas sale desde Sant Joan del Codolar y otra, desde de Albarca. Todas están señalizadas durante el camino. Durante la ruta, se puede disfrutar de panorámicas impresionantes de la cordillera. Una vez se llega a la Roca Corbatera, en un día claro, se pueden llegar a contemplar los Pirineos y Mallorca.

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