Diari Més
Pere Segura

Alcalde de Vila-seca

Política

«No ha habido mejor política para la descarbonización que el bus gratuito»

Pere Segura inicia un mandato en el que Vila-seca afronta grandes proyectos estratégicos, como la transformación integral del litoral de la Pineda

L'alcalde de Vila-seca, Pere Segura,  i el seu equip, van obtenir el 46,92% dels vots en les darreres eleccions.

«No ha habido mejor política para la descarbonización que el bus gratuito»Gerard Martí

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En el año 2019, Pere Segura afrontaba el reto de tomar el relevo de Josep Poblet, quien había sido alcalde durante 26 años, continuar su legado y proyectar Vila-seca hacia el futuro. Después de un primer mandato en el que Segura ha gobernado con mayoría, pero no suficiente para hacerlo en solitario, el resultado de las urnas del pasado 28 de mayo no sólo certificaba la confianza de los vilasecanos en su gestión, sino que esta ha crecido. Vila-seca es el municipio de más de 20.000 habitantes de Tarragona donde el partido ganador ha obtenido una mayoría más amplia (46,92% de los votos) y el décimo de toda Cataluña. Pere Segura ha sumado cinco concejales más a su equipo y gobernará con mayoría absoluta.

—¿Cómo ha recibido estos resultados?

—Estamos muy contentos y agradecidos por la confianza que nos ha mostrado la gente, pero también lo acogemos con una gran responsabilidad. Nos llena de felicidad que, de forma tan mayoritaria, nos permitan gobernar con la máxima libertad, pero también de cierto vértigo. Tenemos que seguir trabajando como siempre. Los resultados son una cuestión instrumental secundaria que hace que las cosas no se bloqueen. Pero gobernaremos con la voluntad de llegar a acuerdos y de entender que la Vila-seca de hoy es diversa y contempla muchas miradas que están representadas por otras formaciones políticas.

—Siete de los trece concejales lo son por primera vez.

—Hay una gran mayoría de ediles nuevos y eso forma parte de la normalidad democrática, del relevo de personas, de ideas y de generaciones que también aportan las diferentes miradas que se tienen de lo que es la política o el mismo municipio. El gobierno se estructura en varias áreas con los respectivos responsables. La jefa de Hacienda y Economía será Elisabet Torrademé; de Políticas Digitales y Urbanismo, lo será Cristina Cid; el área de Cultura, Deportes y Ocio, la llevará Manuela Moya; Relaciones Cívicas, Servicios Generales y Vía Pública, Josep Toquero, y Lucia Teruel asumirá Derechos Sociales, Familia y Participación. Todas estas áreas tienen concejales por debajo que ayudan y desarrollan actividades concretas. La presidenta del Patronato de Turismo será Lluïsa Clavé y, del Patronato de Música, Manuela Moya.

—Así, ¿mantiene la estructura del mandato pasado?

—Lo que intenta mi modelo de gestión es que el Ayuntamiento trabaje de la manera más eficiente y más eficaz. El Ayuntamiento no se adapta a los concejales, sino que es una máquina de hacer políticas para los ciudadanos y son los concejales los que se adaptan.

—¿Tener mayoría absoluta os permitirá acelerar proyectos como el de la renovación de los equipamientos deportivos?

—Es evidente que no dependemos de terceros para que nos aprueben proyectos, inversiones o calendarios. Depende de la rapidez que tengamos y de la de la administración. La de los equipamientos deportivos es una inversión muy importante y se hará por fases. Estas fases se adelantarán en función de la disponibilidad de recursos económicos. No todo se acaba con la ciudad deportiva, hay mucho más, como las zonas de recreo, mejorar el parque de viviendas, las zonas verdes... Pondremos recursos y dotación económica, pero la inversión total está valorada en 18 o 20 millones de euros. De estos 18 millones, ya hemos licitado dos, y la idea es, si no hay ingresos extraordinarios, llegar hasta 10 y después ir haciendo por fases. Este mandato se harán avances importantísimos.

—El proyecto presentado como Cal·lípolis Next Generation significará sin duda una gran transformación para la Pineda. ¿Cuándo empezarán los trabajos?

—Es un conjunto de proyectos que reúne la ZAL, la recuperación de los Prats –con todas las derivadas de compensaciones que se derivan por la playa de la Pineda–, de la Xarxa Natura 2000, y el centro experiencial de Cal·lípolis, por el que hemos recibido cinco millones de fondos europeos. Entre la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento nos pondremos de acuerdo para hacer el centro este mandato, ya que tenemos unos calendarios muy claros. También este mandato se licitará la rehabilitación de la Xarxa Natura 2000 y empezaremos a dar los primeros pasos para la Zona de Actividades Logísticas. Con respecto a la desurbanización del paseo, desde el Dorado hasta el extremo de poniente de la playa, el proyecto está en licitación y, hacia septiembre, empezarían los trabajos. Seremos el primer municipio en hacer un proyecto así, en desurbanizar para ampliar la playa.

—¿Tiene alguna idea preconcebida del proyecto que podría ocupar el espacio en los terrenos de Aquopolis y Pacha?

—No, precisamente hemos hecho una licitación de consultoría especializada donde se pide que, después de ponerse en contacto con operadores mundiales y de poner en valor aquel espacio, haga unbenchmarking. Se abrirán diferentes alternativas que tengan una viabilidad y, partir de aquí, todo está abierto. Hemos intentado eludir la subjetividad y, por eso, nos hemos puesto en manos de consultoras especializadas que nos ayuden a sacar conclusiones, que pongan en contacto inversores y operadores para, de una manera más esmerada, tener el proyecto que deseamos. Se presentaron al concurso THR Tourism Industry Advisors SL y UTE Horwath HTL-OUA. THR Tourism es el que ha recibido mejor puntuación y está en fase de adjudicación. Si todo va bien, será la adjudicataria.

— Pero uno no puede evitar imaginar qué proyecto querría...

—No, justo es al contrario. Uno tiene que ser consciente de sus limitaciones y del desconocimiento de determinados sectores y, por lo tanto, te tienes que poner en los conceptos más intangibles de lo que tú pretendes con esta transformación o cambio. ¿Qué pretendes? ¿Mejorar la calidad de vida de las personas? En consecuencia, en vez de que este sea un proyecto de dos meses, tiene que ser de doce meses para que los puestos de trabajo que genere sean estables. Porque este es el gran drama del turismo. Los empresarios te dirán que ellos pagan bien a sus trabajadores. No pagan mal. El problema es que sólo trabajan unos meses. Eso hace que la renta per cápita general baje. Queremos un proyecto económico que genere riqueza doce meses, que transforme el municipio en positivo y siga el plan estratégico que es transformar al Pineda en el Prestige Corner de la Costa Daurada. Eso quiere decir que, si llega un operador que no tiene nada que ver con el turismo, pero es generador de riqueza, no nos cerramos a nada. Ámbitos turísticos como el nuestro son capaces de generar atractivos para determinadas empresas que quieren captar talento en determinados sectores, como por ejemplo el tecnológico.

—¿Esta transformación de la Pineda implicará una mejor conexión entre los tres núcleos?

—Tenemos muy claro que Vila-seca son tres núcleos –Vila-seca, la Pineda y la Plana– y que tenemos que hacer que tengan la mejor conectividad, que garantice una igualdad en servicios y bienestar. Es nuestro modelo. En la Plana, ha habido inversiones muy por encima de la riqueza que puede generar un barrio como este, porque entendemos que la obligación de los gobiernos es reducir las desigualdades y que no haya ningún barrio que tenga menos servicios. Pero si determinados servicios no pueden estar en todas partes, tienes que generar los elementos que los acerquen a la ciudadanía. Hemos impulsado el transporte público gratuito y el Raval del Mar ha integrado mucho a Vila-seca y a la Pineda.

—Mientras algunos se debatían sobre si poner en marcha el modelo de transporte gratuito, Vila-seca lo ha hecho. ¿Cuál ha sido vuestra fórmula para hacerlo posible?

—La financiación sale de los impuestos y dejas de hacer otras cosas. El transporte público gratuito en Vila-seca representa 400.000 euros anuales del presupuesto municipal; estamos hablando de un 1,5% de las cuentas. La respuesta está siendo un éxito. No hay decisión de la cual esté más contento que la de haber hecho el transporte público gratuito. Hemos pasado de tener una utilización de unos 30.000 o 40.000 usuarios al año a 120.000 o 130.000, y creciendo. No ha habido política en contra de la descarbonización más importante que hacer que 80.000 pasajeros que antes cogían el vehículo privado, ahora cojan el transporte público.

—Aparte de estos grandes proyectos, ¿cuáles quedan en cartera desde el punto de vista urbanístico?

—Empezaremos la redacción del nuevo POUM, que tiene que situar los crecimientos de Vila-seca hasta el 2050. Tenemos que trabajar en la integración del futuro tranvía y de la estación intermodal y la urbana. En el centro histórico, tenemos que acabar de definir y potenciar todo el patrimonio histórico. Hemos recuperado una de las torres medievales y recuperaremos otra... Elhub cultural se tiene que acabar y tenemos el espacio de la cooperativa donde se tiene que hacer un proyecto de parques y equipamientos y se tiene que integrar en el Celler y el Castell.

—¿Qué necesidades de vivienda tiene Vila-seca y hacia dónde irá su crecimiento?

—Vila-seca es municipio estresado desde el punto de vista de la vivienda porque hay mucha demanda. Hay más demanda que oferta. Eso es bueno y malo al mismo tiempo. Por una parte, genera presión en los precios, sin embargo, por la otra hace que la vivienda esté en un lugar donde se revaloriza y, si algún día la quieres vender, valdrá mucho más que antes. Es mejor vivir en una ciudad donde tienes más demanda que oferta, porque, en caso contrario, posiblemente hay detrás un proceso de deterioro, que la gente quiere marcharse, y se marcha. La ciudadanía ve Vila-seca como un lugar muy bien comunicado, muy limpio, con calidad de vida y playas. Sobre el POUM y el crecimiento del municipio, estamos en un proceso que ni hemos empezado. Son reflexiones que saldrán cuando se planteen.

—Recientemente, criticó la falta de implicación de la Generalitat en la FiM. ¿Cree que es extrapolable a otros proyectos o ámbitos?

—Creo que es una carencia histórica no sólo en Vila-seca, sino también en Cataluña, de una visión miope en general. Todo el mundo habla de la Cataluña sur, de la segunda área metropolitana, y nos llenamos la boca de todo eso, pero la realidad es que, a escala de inversiones, estamos en la cola de todo. Ahora parece que, con el proyecto del tranvía, se están poniendo las pilas. Pero vamos tarde y mal. Este es un país supercentralizado. Criticamos mucho la visión del Estado desde Madrid, pero lo que hace Cataluña con Barcelona es peor proporcionalmente. Sólo hay que coger cuatro indicadores de lo que invierte la Generalitat en transporte público en el área metropolitana y en el resto de zonas y los resultados dicen que reciben mucha más inversión per cápita, cuando justamente tendría que ser al revés. Cataluña parece más Barcelunya. Se puede trasladar también a los medios de comunicación. Todo de lo que pase de Calafell hacia abajo, ni existe.

—¿Qué inversiones faltan?

—Hay infraestructuras viarias que necesitan inversión. La Generalitat tendría que ayudar al polígono industrial de la química con inversiones estratégicas para la descarbonización y, después, crear un órgano propio de supervisión. Hablamos siempre del polígono químico más importante de Cataluña, pero detrás, no hay nada, sólo una estructura administrativa que ralentiza mucho los procesos. Aquí todo se acaba con las ayudas a SEAT.

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