El tesoro rupestre de Capçanes

En el municipio de Capçanes, en el Priorat, se encuentra la concentración más grande de pinturas rupestres –en un radio de 2 kilómetros– de todo el país. Este dato, bastante relevante, no es, sin embargo, el único que convierte este yacimiento en un espacio único y de gran valor. Los hallazgos de Capçanes suman un total de 19 conjuntos repartidos entre los Barrancs del Vall i Parellada.

Se han identificado de 150 figuras humanas y de animales, entre las que hay algunas representaciones únicas. Es el caso de un toro que mide 54 centímetros, un tamaño que lo convierte en uno de los más grandes documentados hasta el día de hoy.

O tres ciervos que aparecen gravados en el techo de uno de los abrigos: conforman el primer conjunto en Cataluña donde hay pinturas rupestres dibujadas en el techo de un espacio abierto. Los especialistas consideran que estos ciervos podrían ser los precursores del arte rupestre en toda Cataluña.

Es también muy relevante la escena conocida comoLa matança, un mural de 27 figuras que representa una matanza o emboscada entre humanos. «Se ve claramente cómo algunos de los protagonistas están disparando flechas y matando a otros humanos, como si fuera un memorial de aquello que sucedió allí ahora hace 10.000 años. Batallas entre humanos, hay en otros lugares, incluso de ejecuciones con flechas, pero esta es la única emboscada que existe. Es la joya de la corona», explica Albert Morelló.

Él es uno de los guías de Còdol Educació, la empresa que estos días de Semana Santa ofrece una visita guiada a este espacio. La actividad es una oportunidad única para contemplar este patrimonio prehistórico, ya que, fuera de días como estos, el acceso a estos abrigos rupestres está cerrado al público.

La salida Capçanes -10.000 que ofrece Còdol Educació se hará los días 8 y 10 de abril (sábado y lunes) y el sábado 6 de mayo. La duración de la salida es de unas tres horas, y consiste en una pequeña caminata hasta los abrigos y, una vez allí, una explicación sobre lo que se puede contemplar. La visita es apta para todos los públicos, e incluye el descubrimiento del patrimonio prehistórico pero también de la naturaleza y el paisaje.

«Y también nos gusta incluir una pequeña reflexión sobre nosotros, porque conocer la vida de los humanos que nos precedieron nos permite pensar en nuestra propia vida como especie humana, y reflexionar sobre aspectos como nuestra alimentación o el papel del arte en nuestra vida», apunta Albert.

Además, la salida incluye una sorpresa final para quien quiera experimentar cómo debieron sentirse nuestros antepasados armados con arcos y flechas. El precio de la salida es de 8.50 euros para los adultos, con descuentos para jubilados y niños de 6 a 12 años. Para niños más pequeños es gratuito. Para más información se puede consultar la web de Còdol (www.codoleducacio.com).