La AMPA de la escuela de Almoster reclama ampliar el centro y suprimir los módulos

Las familias de la escuela Ramon Sugrañes de Almoster exigen al Ayuntamiento y al Departamento de Educación de la Generalitat, la ampliación de la escuela. Actualmente, tanto las aulas de quinto y sexto de primaria como el comedor del centro están situados en unos módulos prefabricados que se instalaron «de forma provisional» en el patio del centro hace 15 años. La nueva junta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), renovada el pasado septiembre, ha decidido repescar los proyectos que se arrastran y volver a hacer un llamamiento al consistorio porque, 15 años después de las instalaciones de los módulos, el Ayuntamiento todavía no ha dado luz verde a ningún proyecto futuro.

La presidenta de la AMPA, Marta Sas, insiste en el hecho de que «nosotros pedimos el proyecto real, que pongan fechas y unos hitos temporales sobre la mesa». Ya hace 15 años que las diversas juntas de laAMPA del centro reclaman mejoras y, este año, el consistorio ha incluido la compra de los terrenos anexos a la escuela con el fin de poder ampliarla y construir un nuevo edificio.

De esta manera, se eliminarían los módulos instalados en el patio. No obstante, Sas añade que «es un momento muy adecuado para hacer este tipo de anuncios. Sí que es cierto que el Ayuntamiento ha ido haciendo movimientos, pero son lentos. Hasta que no estás dentro, no ves la necesidad inminente de las acciones. Ahora mismo no hay unas parcelas municipales donde se pueda hacer».

Por otra parte, la escuela tampoco cuenta con aulas auxiliares donde dar las clases de especialidades, como música, informática o artes plásticas. Desde la asociación también añaden que no hay ningún espacio cubierto, como un gimnasio, ni enla escuela ni en el municipio y, por lo tanto, los días de mal tiempo, los maestros de Ramon Sugrañes se ven obligados a cancelar las clases de Educación Física.

Adela Vilella, responsable de extraescolares de laAMPA, destaca también que «han adaptado el recibidor de la escuela para hacer el servicio de biblioteca. No es una mala alternativa, pero una entrada no es un lugar ideal para que un niño pueda leer en silencio».

«Como AMPA queremos un paso más y que sea firme», remarca la responsable de extraescolares. Así pues, la escuela se ha quedado pequeña ante el incremento de alumnos en el municipio. Es por eso que desde la AMPA exige la ampliación. «Ennuestro pueblo ya no queda nada porque el último comercio que había cerró. Se vive bien, pero si en la escuela no se hacen mejoras, Almoster es un pueblo muerto», concluye Vilella.