Diari Més

Sociedad

Una tesis doctoral de la URV defiende recuperar los edificios de las nucleares una vez descontaminados

El arquitecto Carlos Gonzalvo reivindica el valor arquitectónico, paisajístico y cultural de estas estructuras

Imagen de las instalaciones de la central nuclear de Vandellòs.

Una tesis doctoral de la URV defiende recuperar los edificios de las nucleares una vez descontaminadosACN

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Recuperar los edificios de las centrales nucleares una vez se hayan descontaminado y reivindicar su valor arquitectónico, paisajístico y cultural. Así lo defiende la tesis elaborada por el arquitecto Carlos Gonzalvo, doctor por la URV, que ha estudiado los retos que puede plantear, a partir de 2028, la clausura de los complejos en marcha en el Camp de Tarragona y las Terres de l'Ebre así como la finalización de la descontaminación de la primera nuclear catalana. En su tesis 'La arquitectura de laso centrales nucleares de primera generación en España (1963-1972)', defendida el junio pasado, apuesta para conocer estas instalaciones más allá del punto de vista técnico y sacarles el estigma de la peligrosidad, que va más allá de la descontaminación.

Según Gonzalvo, este estigma es generado por el «pasado bélico» de esta fuente de energía y por «el hermetismo» de las empresas que las gestionan, así como por los «problemas derivados del tratamiento de los residuos que generan pero es necesario combatirlo para tomar decisiones objetivas sobre su futuro».

El arquitecto estudia desde 2014 las «oportunidades» que detecta detrás de este problema y las derivadas que supondría la reutilización de estas construcciones, especialmente la nuclear de Vandellòs I. En este caso, por ejemplo, se ha propuesta un posible centro de protonteràpia para el tratamiento contra el cáncer. A pesar de eso, Gonzalvo no propone ningún uso concreto y reclama «abrir la mente y conocer las necesidades de la población» para ver las posibilidades que ofrece dentro de su contexto espacial, social y geográfico.

En esta línea, sugiere posibles usos que aprovechen las ventajas de estas construcciones, como los grandes volúmenes de aire cubiertos y superficie útil, paredes de hormigón de hasta siete metros de grosor o sótanos protegidos de la radiación. Entre los ejemplos, apunta una incubadora de empresas, un polígono industrial, una planta de hidrógeno verde o, incluso, un campus universitario.

También remarca el valor arquitectónico del diseño de los espacios para elevarlas a la categoría de patrimonio antes de que se pierdan, cómo pasó en el caso de Zorita, en Guadalajara. Eso, en su opinión, permitiría dejar constancia de una tradición estética en torno a la energía nuclear, iniciada durante los tiempos de Guerra Fría.

tracking