Las fiestas nocturnas perturban el descanso vecinal en toda la demarcación de Tarragona

El fin de semana ha confirmado los que muchos ayuntamientos se temían con la finalización del confinamiento nocturno impuesta por la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña el pasado jueves. Las fiestas nocturnas no han cesado en muchos de los municipios donde había toque de queda, pero también donde era vigente.

En Salou, por ejemplo, la noche del sábado, la policía local tuvo que desalojar la playa de Capellans. Esta, según ha confirmado el Ayuntamiento, ha sido la única actuación en la cual ha habido que desalojar a un grupo de personas en playas. El cierto es, sin embargo, que residentes de la Cala Llenguadets aseguran que viernes a la noches celebró otro encuentro de jóvenes durante la noche en esta playa.

El concejal de Seguridad Ciudadana de Salou, David González, ha destacado que el dispositivo policial desplegado en Salou ha evitado, todas estas noches, aglomeraciones importantes en las playas y vías públicas. No obstante, según fuentes municipales, las quejas por ruidos no disminuyen y se tienen que atender en el transcurso de la noche.

En Creixell, por otra parte, los botellones no han cesado este fin de semana. Los vecinos han denunciado la celebración de uno de estos encuentros en la zona del campo de fútbol de Les Sínies en el cual participaban unas ochenta de personas. Los mismos vecinos alertaron a los Mossos de esta concentración a la vía pública y en plena noche y estos consiguieron disolverlos.

Otros municipios que no han sido afectados por el confinamiento nocturno siguen sufriendo los excesos durante las noche. A localidades como Prades, sin policía local y sin una comisaría de Mossos, las concentraciones o fiestas nocturnas son prácticamente diarias, como ya denunció a la alcaldesa, Lidia Bargas, a DiariMés. Este fin de semana no ha sido diferente del resto. Los Mossos d'Esquadra han confirmado que han tenido que desplazarse al municipio cada noche, al menos desde el pasado jueves después de recibir las quejas de los vecinos denunciando encuentros de jóvenes durante las noches que perturban el descanso vecinal.

Según el cuerpo de Mossos, el caso de Prades, no es excepcional. Se han producido llamadas por las mismas quejas por todo el territorio.

Aumento de contagios

Mientras los municipios intentan lidiar como pueden con las concentraciones nocturnas, el jefe de Epidemiología del Hospital Clínico, Antoni Trilla, alertaba este domingo de que los botellones de los últimos días provocarán un aumento de contagios entre los jóvenes. Lo hacía en una entrevista a Rac1, donde auguró que podría afectar sobre todo a aquellos grupos que están por debajo de los cuarenta años y no tienen «tasas de vacunación lo bastante altas» para frenar la transmisión. Trilla admitió que los encuentros al aire libre «tienen menos riesgo», pero también recordó que el variante Delta es «mucho más contagioso». «No es difícil que en estas reuniones se reúna gente que, a pesar de encontrarse bien, tenga el coronavirus y lo pueda transmitir», añadía. Con respecto a la inmunidad de grupo, señaló que será «prácticamente imposible llegar» con la pérdida de efectividad de las vacunas con respecto a la protección del contagio. Consideraba, sin embargo, que con la vacunación se dificultará la circulación del virus y habrá menos presión asistencial. «Esta situación nos podría permitir volver a una cierta normalidad», decía.