El litoral tarraconense, en alerta roja

«La biodiversidad del litoral tarraconense es una gran desconocida. Sin embargo, antes de que lo lleguemos a conocer, ya empieza a desaparecer a causa del cambio climático. En todo eso, se añade otro problema, y es que nosotros, como sociedad, estamos provocando que este proceso de degradación o desaparición causado por el cambio climático se acelere». Esta es la alerta que hace al profesor Jaume Folch, biólogo y experto en biología marina, en su nuevo libro El mar de Tarragona (Publicaciones URV). Folch es investigador del centro de investigación|búsqueda TecNAtox de la URV y también instructor de buceo de la Federación Catalana de Actividades Subacuáticas. A El mar de Tarragona, recoge información, datos y fotografías del litoral tarraconense desde el norte de la demarcación hasta la Ametlla de Mar y l'Ampolla, ilustrando la gran biodiversidad, de nuestra costa: «El mar Mediterráneo representa el 1% del océano, pero contiene el 10% de todas las especies|especias marinas del planeta».

Pero su trabajo también quiere ser un grito de alerta sobre los problemas detectados en el litoral. Folch destaca las consecuencias del cambio climático, que en un futuro puede hacer que el nivel del mar se incremente hasta un metro: «Las playas que todos tenemos en la cabeza, dentro de treinta años ya no serán así. En algunos lugares|sitios habrá desaparecido la mitad de la playa. Como muchas están delimitadas por paseos, vías de tren u otros obstáculos, no tienen espacio para retroceder y, por lo tanto, se perderán parcialmente», explica. «Otro efecto del cambio climático son los desequilibrios en los ecosistemas a causa de la desaparición de algunas especiesy de la llegada de otros que son invasoras». En todo, detalla, se suma el impacto humano sobre el litoral, contribuyendo a la degradación con la contaminación, sobre todo por plásticos, la sobrefrecuentación de la playa y la sobrepesca. En este sentido, Folch alerta de que se está observando una destrucción masiva de los stocks de muchas poblaciones marinas: «Los fines de semana la gente se lo lleva todo, estamos haciendo una expoliación, ya no quedan mejillones porque no les dan tiempo para que crezcan». Por todo ello, asegura, «la situación es insostenible».

Así y todo, Jaume Folch advierte que los ecosistemas marinos tienen una gran capacidad de regeneración, «pero se los tiene que dejar espacio y tiempo». En este sentido, el biólogo reclama acciones como aumentar el número de espacios protegidos –en la demarcación sólo representan un 1% del litoral– y poner en marcha sistemas de regulación y control. Aquí es donde, afirma, los responsables políticos también tendrían que intervenir. «Tenemos dos zonas de especial interés: las costas del Tarragonès desde el norte de la playa larga hasta Salats y Muntanyans, y al sur, desde l'Hospitalet del Niño hasta la Almendra y l'Ampolla, que se podría hacer una gestión integrada y preservar los recursos».

El biólogo explica que en el informe Estado de la Naturaleza en Cataluña 2020 , publicado por el Departamento de Territorio y Sostenibilidad, ya se alerta sobre la importante pérdida de diversidad y la necesidad de aplicar políticas para detenerlo. Este libro quiere ser una herramienta más para que los ciudadanos tomen conciencia de las problemáticas de la costa tarraconense y así detener su degradación.