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La Gran Festa de la Calçotada de Valls se celebra sin público para adaptarse a la pandemia

Restauradores y productores se encomiendan a la venta en línea y a domicilio de calçots en una temporada marcada por la covid

Los responsables de la Camra de Comerç de Valls i el presentador del programa divulgatiu hecho paraadaptar la Gran Festa de la Calçotada de Valls a las restricciones.

La Gran Fiesta de la Calçotada de Valls se celebra sin público para adaptarse a la pandemia

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La Gran Festa de la Calçotada de Valls se ha transformado este domingo en un programa divulgativo sobre el hecho calçotaire organizado en la Cambra de Comerç. Este año, las calles del municipio no se han llenado de miles de personas, como es habitual, para vivir el arranque oficial de la temporada de calçots. Tanto los restauradores del Alt Camp como los productores se han reinventado y han apostado por hacer calçotades para llevary por la venta en línea. «Los restaurantes estaban muy llenos, este año la mitad de restaurantes están cerrados y el pueblo está vacío, el impacto es brutal», ha lamentado el presidente de la Asociación de Restauradores de Valls Joan Francesc Mira.

Desde la IGP Calçots de Valls apuntan que las próximas semanas serán decisivas para determinar cómo irá la temporada y recuerdan que han plantado un 25% menos cebollas con respecto al año anterior. El presidente de la entidad, Francesc Xavier Amill, ha explicado que las ventas de calçots esta semana se han activado un poco más y ha apuntado que es por el hecho que se tendría que haber celebrado el acontecimiento gastronómico.

«Los próximos quince días veremos si la gente realmente sigue apostando por la calçotada», ha subrayado Amill. De hecho, confía en que se sigan vendiendo calçots, aunque esté en pequeñas cantidades para hacer calçotades en pequeño formado en las masías y en entornos familiares y reducidos. «Sesteó inventando todo, la cuestión es que se gasten calçots y que nos ayuden a vender todos los que tenemos plantados», ha añadido.

El año pasado, el inicio de la pandemia restañó el final de la temporada de calçots cuando se vendieron 16 millones de unidades de calçots, aunque inicialmente se habían previsto unos 18 millones. Este año, los productores de la IGP no quieren avanzar ninguna previsión porque, dicen, no depende de ellos sino de la evolución de la pandemia. «Quiero ser realista y optimista, como hay una parte que no se ha plantado, creo que por poco que se anime se venderá», ha señalado Amill. Los productores han apostado por potenciar las redes sociales, la venta en línea y para servir calçots cocidos a domicilio.

También se han sumado a esta vía de negocio los restauradores vallenses, ya que su situación es muy mala, según ha afirmado su presidente Joan Francesc Mira. El restaurador ha explicado que establecimientos del centro de la Valls, que antes de la crisis sanitaria no estaban especializados en hacer calçots, ahora, se han reinventado y han apostado por servirles. «Hay muchísima diferencia, ahora mismo estaríamos consumiendo millones de calçots, los restaurantes estarían llenos, con turnos de calçotades y el pueblo de Valls estaría lleno, el impacto es brutal», ha asegurado Mira.

Según el presidente de los restauradores, las reservas han caído en torno a un 70% a los restaurantes de la zona este domingo. «Hoy, el día de la calçotada, para nosotros representa un 50 o 60%, es cuando viene mucha gente de fuera, de lugares como Andorra o muchos grupos de japoneses,» ha lamentado Mira. Aparte, según datos de la Cambra de Comerç, algunos restaurantes de pueblos pequeños, dedicados a las calçotades, han cerrado porque no les sale a cuenta abrir.

Tanto los restauradores como los productores confían en que la situación mejore y que se flexibilicen las restricciones y las limitaciones de movilidad, dado que la mayoría de clientes de los restaurantes son procedentes del área metropolitana de Barcelona, de Lérida y extranjeros.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio, Josep Maria Rovira, se ha mostrado resignado por no haber podido celebrar la 40.ª edición de la Gran Festa de la Calçotada, pero ha señalado que había que buscar una solución alternativa a las grandes acumulaciones de visitantes. «Hoy habría entre 30.000 y 40.000 personas, en cambio estamos en un plató improvisado en la Cambrade Comerç», ha dicho. La entidad ha organizado un programa informativo donde ha participado representantes de todos los sectores económicos y agentes sociales implicados en la fiesta.

A la vez, Rovira ha defendido que están al lado de los sectores afectados por la crisis y ha recalcado que los ayudarán a impulsar iniciativas. «Como sector tenemos que motivar a la gente, que no pierdan la esperanza, la calçotada sigue siendo una gran fiesta y el año que viene seguiremos aquí con ganas de luchar y de volver a sacar adelante esta gran manifestación gastronómica, que es la mayor de Cataluña,» ha cerrado.

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