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Residuos

Tarragona y Reus se estancan en la recogida selectiva durante los últimos diez años

Nueve municipios de la provincia se encuentran entre los cien más recicladores de Catalunya, entre los cuales la Riba, Bellmunt del Priorat o Rocafort de Queralt

Imagen de archivo de contenedores de recogida selectiva en la Parte Alta de Tarragona.

Tarragona y Reus se estancan en la recogida selectiva durante los últimos diez añosCristina Aguilar

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Sólo nueve municipios de la provincia de Tarragona se encuentran en el ranking de los más recicladores de toda Catalunya, según los datos de 2019 que aporta la Agencia de Residuos de Catalunya (ARC). Se trata de las localidades de la Riba, Bellmunt del Priorat, Rocafort de Queralt, Ginestar, Riudecanyes, Capçanes, Riudecols, la Morera de Montsant i Porrera.

La Riba, con un 84% de los residuos reciclados el año 2019 se encuentra en la 26.ª posición del listado que encabeza el municipio de Sant Quirze Safaja (Barcelona). Como común denominador, todas estas poblaciones han instaurado el sistema de recogida puerta a puerta o, como en el caso de Rocafort de Queralt, el de los contenedores cerrados, dos de los modelos de recogida que, junto con el de la tasa justa, según el director de la Agencia Catalana de Residuos, Josep Maria Tost, se tendrán que combinar en el futuro en todas las poblaciones si quieren mejorar sus resultados.

Fuera del ranking de las cien localidades más recicladoras, se encuentran las grandes poblaciones del Campde Tarragona, como Tarragona y Reus, y la mayoría de municipios turísticos del litoral tarraconense, donde el porcentaje de residuos reciclados o bien se ha estancado o si ha mejorado, lo ha hecho tímida y lentamente. En ciudades como Reus y Tarragona, el estancamiento de la recogida selectiva es evidente. En Tarragona, el año 2009 el porcentaje de la recogida selectiva representaba un 22,78% del total, un porcentaje que consiguió mejorar en línea ascendiente hasta el 2013, cuando se registró el resultado más alto de la última década: el 32,61%. De 2013 a 2014 experimentó el principio de una caída sostenida, hasta el 27,82% en el 2015. A partir de 2016, la ciudad de Tarragona mejoró la recogida selectiva y el año pasado se situaba en el 32,24% del total de los residuos, unas décimas por debajo de la cifra registrada en el 2013. En el caso de la ciudad de Reus, la recogida selectiva, después de algunas fluctuaciones durante la última década, no sólo ha tenido años de estancamiento, sino que el porcentaje de 2019, 32,4% está muy por debajo del 35,58% registrado el año 2010, cuando consiguió remontar el 25,12% registrado en el 2009. De hecho, la evolución de la recogida selectiva en la ciudad de Reus presenta retrocesos considerables durante la última década, como el experimentado en el 2012 cuando el 35,74% de reciclaje hecho el año anterior cayó hasta el 25%. Después de un breve remontede dos años, la recogida selectiva en Reus todavía se hundía más, hasta el 23,06%, y volvía a valores de recogida selectiva del año 2001.

«Con respecto a la recogida selectiva, hay comarcas que todavía tienen que hacer el cambio, se tienen que activar las grandes ciudades, también los municipios de costa, los turísticos. La apuesta por la recogida selectiva es algo que tiene que salir de los ayuntamientos y hace falta voluntad política para hacerlo. Porque, en caso contrario, lo pagarán caro. Tendrán que hacer frente al encarecimiento del canon de residuos y tenemos que cumplir los objetivos de reciclaje marcados por Europa, no lo conseguiremos si no dan el paso», explica Josep Maria Tost.

El porcentaje de recogida selectiva de Reus y Tarragona el último año dista mucho del registrado por los nueve municipios que se encuentran entre los más recicladores. La Riba registró un 84,02%, Bellmunt del Priorat, el 80,54%, y los municipios de Rocafort de Queralt, Ginestar, Riudecanyes y Capçanes se mueven entre el 77,67% y el 77,18%. Riudecols consiguió reciclar el 75,21% de los residuos, y la Morera de Montsant y Porrera, el 74,3 y 74,11% respectivamente. «Son pueblos que han instaurado el puerta a puerta o, en el caso de Rocafort de Queralt, los contenedores cerrados, en lector de tarjetas. Ciudades mayores han combinado los dos sistemas y han mejorado su recogida selectiva. Las ciudades serán multisistema. El siguiente paso será la tasa justa, un sistema que bonificará a los ciudadanos más recicladores y penalizará los que lo son menos. Esta es la clave para llegar a las exigencias de Europa, pero también para contribuir a un mundo más sostenible», añade a Josep Maria Tost.

La implantación de la recogida puerta a puerta en la Riba significó un ascenso meteórico en los porcentajes registrados. Del 21,23% del total que reciclaba en el 2018, pasó al 84,2% de 2019. «La orgánica es la clave . Si haces una buena recogida selectiva de la orgánica, haces un crecimiento muy grande (los residuos orgánicos son aproximadamente un 40% de los residuos que generamos)», apunta Tost. En la Riba se pasó del 7% al 42,17% de materia orgánica con la recogida de basura puerta a puerta.

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