Diari Més

Memoria histórica

Capella insiste en que el Govern asumirá «el trabajo ingente» de poner nombres a todas las víctimas de la Guerra Civil

El memorial de las Camposines acoge el acto anual de homenaje con centenares de familiares

Algunos familiares depositante claveles encarnados bajo las placas que recuerdan a las víctimas de la Guerra Civil al memorial de Camposines.

Capella insiste en que el Gobierno asumirá «el trabajo ingente» de poner nombres a todas las víctimas de la Guerra CivilACN

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La consellera de Justícia, Ester Capella, insiste q hace falta «romper con el silencio» impuesto por la dictadura franquista y evitar que «se institucionalice la desmemoria» en el acto anual en las Camposines, en la Terra Alta, que homenajea a las víctimas de la Guerra Civil. Las últimos investigaciones han permitido incluir los nombres de 79 personas en el memorial, entre ellos el alcalde Italia antifascista Amadeo Nerozzi, que murió pocos días después de la Batalla del Ebro. La alcaldesa actual de Marzabotto, Valentina Cuppi, ha pedido perdón por las masacres del fascismo y acompañada por familiares, asociaciones de partisanos y entidades de la memoria italianas han asistido al acto de este domingo.

La consellera de Justícia, Ester Capella, ha vuelto al memorial de las Camposines, pocos días después de acompañar el retorno de 4.200 huesos analizados para intentar identificar a las víctimas. Este domingo era el turno del homenaje anual que acoge el osario y donde se invita a las familias de las personas muertas y desaparecidas durante la Guerra Civil que se inscriben en las placas del osario. Con las 79 que se han añadido, Camposines ya recuerda a 1.623 personas pero sólo durante la Batalla del Ebro murieron y desaparecieron más de 30.000.

«Lo he dicho muchas veces que llegamos tarde porque muchas de las personas que nos podrían ayudar, ya no están», ha recordado Capella. La consellera ha vuelto a mostrar el compromiso del Govern para llevar a cabo «el trabajo ingente» que está pendiente para localizar a las víctimas, extraer muestras genéticas y cruzarlas con las de las familias. «Poner nombres y apellidos en restos que encontramos es importante sobre todo para entregar los cuerpos a las familias y que puedan cerrar lutos y empezar a recordar a las personas», ha apuntado a Capella.

El memorial de las Camposines ayuda a pasar este luto a centenares de familiares que se reúnen en estos homenajes o se aproximan durante todo el año. Coronas de flores, cartas, fotografías y muchos recuerdos se van acumulando en las paredes del osario, acompañando las 41 placas doradas donde se inscriben los nombres de las víctimas. «El memorial viene a intentar paliar una parte de este luto y es un lugar donde familiares y personas con vinculación con las más de 1.600 personas que se recuerdan puedan ir a entregar una flor o tener un momento para el recuerdo», ha señalado la consellera de Justícia.

Entre estos 1.623 nombres, desde esta semana hay el de Amadeo Nerozzi, alcalde de Marzabotto, pueblo de la resistencia italiana antifascista y miembro de la Brigada Garibaldi que murió a la Batalla del Ebro. Encabezados por la actual alcaldesa del municipio, Valentina Cuppi, una delegación italiana de familiares, representantes de las entidades de partisanos y de la memoria histórica a Italiano han asistido al acto, con muchas muestras de agradecimiento. Cuppi ha pedido perdón, un perdón, ha dicho, por los crímenes y las masacres que el fascismo hizo y ayudó a hacer al franquismo. «Marzabotto es un pueblo que sufrió el horror del nazismo y el fascismo y nos pertenece la historia de la resistencia pero hemos de lidiar con la otra parte de la historia de Italia que es el fascismo. Tenemos que asumir esta historia y aquello que hizo el fascismo aquí, con la ayuda de Mussolini a Franco. Tenemos que pedir perdón por lo que hicieron los fascistas aquí», ha dicho Cuppi.

Amadeo Nerozzi fue alcalde de su pueblo, situado en el sur de Bolonia, desde septiembre de 1920 hasta noviembre de 1921, cuando Benito Mussolini tomó el poder en Italia. Se tuvo que marchar del país porque sufrió ataques fascistas y amenazas de muerte y se sumó a las brigadas internacionales que daban apoyo al gobierno de la República, con los partisanos de la Brigada Garibaldi. Durante un bombardeo del bando nacional, cerca de la tienda hospital donde trabajaba como camillero, pocos días después de que se diera por acabada la Batalla del Ebro, murió. La Dirección General de Memoria Democrática cree que podría estar enterrado en una de las fosas documentadas de Móra d'Ebre.

«No consiguieron matarlo en casa, en Italia, pero consiguieron matarlo aquí y acabó siendo una víctima del fascismo aunque había conseguido salir del país. Llegó hasta aquí pero el fascismo lo pudo matar aquí también», ha lamentado la alcaldesa de Marzabotto. «Estamos muy agradecidos –por|para el homenaje- y es un acto para nosotros muy importante. Llegar aquí, después de tantos años y ver esta placa es una victoria», ha sentenciado Cuppi.

Marzabotto es un pueblo italiano especialmente sensible con el trabajo y las políticas en favor de la memoria y la paz. La villa sufrió el año 1944 el renombre 'Masacre de Marzaboto', en que las tropas nazis fueron durando tres días casa por casa para matar a sangre fría a todas las personas que encontraban y después quemaron las casas. 770 personas murieron, la mayoría mujeres y personas mayores. 216 eran niños. «Fue una guerra contra los civiles», ha recordado Cuppi. «Nuestra historia y la vuestra es dual», ha dicho en su discurso durante el homenaje. «Aquí vemos que el fascismo hizo lo mismo fuera de nuestro país y estamos orgullosos de los italianos vinieron a ayudar en la resistencia», ha defendido a la alcaldesa italiana.

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