«Mi casa se fue flotando, es muy duro»

La riada de hace una semana se llevó en Montblanc una casa entera. En torno al Pont Vell hay varios inmuebles apuntalados y negocios impracticables, pero la familia Parés son la única del pueblo que ha perdido completamente la casa.

El agua arrasó su chalet, junto al río Francolí. Era una segunda residencia, pero hacían mucha vida. Ahora sólo quedan cuatro escombros y la antigua piscina. “Nuestra casa se fue flotando, es tan desolador todo”, explica al ACN Joaquim, el hijo de la familia.

El padre, un conocido fotógrafo de la capital de la Conca de Barberà, ha tardado todos estos días en visitar la zona. La madre todavía no ha osado. “tuve el presentimiento de que aquel día no teníamos que ir”, recuerda el hijo, compungido.

Eran las diez de la noche menos dos minutos del martes pasado. El montblanquí recuerda cómo sonó la alarma y cuando llegó la casa, que tenía dos plantas, ya no quedaba prácticamente nada, tan sólo el suelo y algún muro.

“Nadie se esperaba este desastre, es muy desolador todo esto”, se lamenta el chico. "Afortunadamente no lamentamos ninguna vida humana, porque veníamos a menudo, incluso a cerrar las ventanas cuando llovía", afirma.

Algunos vecinos de la zona presenciaron cómo el agua arrastraba la casa en cuestión de minutos y la estampaba contra el puente. El chalet lo construyeron, hace más de setenta años, entre el abuelo y el padre de Joaquim, que tenía la intención de instalarse de forma definitiva.

“Yo hacía vida cada día, tenía una zona de ‘chill out’ para los amigos donde teníamos instrumentos y equipos de música”, explica. La familia estima las pérdidas económicas en más de 400.000 euros.