Diari Més

Nuclear

Endesa se añadirá el martes al protocolo para cerrar las nucleares entre los años 2027 y 2035

El calendario prevé la clausura de Ascó I el año 2029, la de Ascó II en el 2033 y la de Vandellòs II en el 2035 pero la compañía interpreta que es un acuerdo de «mínimos»

Vista general del tram de l'Ebre i la nuclear d'Ascó.

Ascó I, nuclearACN

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Las compañía eléctricas Endesa y EDP España suscribirán el protocolo para el cierre programado de las nucleares estatales entre 2027 y el 2035. Este miércoles, Iberdrola y Naturgy –antigua Gas Natural- suscribieron el acuerdo en la sede de Enresa. De acuerdo con el calendario hecho público por varios medios estatales y confirmado por fuentes corporativas, la previsión del gobierno español pasa para clausurar definitivamente la central de Ascó I el año 2029, la de Ascó II en el 2033, mientras que en Vandellòs II le llegaría el turno al final del periodo establecido, en el 2035. Endesa –accionista mayoritaria de las centrales catalanas-, que aprobará la adhesión al pacto en su consejo de administración del lunes, entiende este calendario como una propuesta «de mínimos» y pide «flexibilidad» a la hora de valorar el cierre una vez llegue esta fecha.

El acuerdo que, a priori tiene que hacer posible la desaparición de los reactores nucleares del territorio estatal en menos de dos décadas puede acabar sumando todos los actores implicados a partir de la próxima semana. Queda para ver qué interpretación y efectividad se le acabará dando, teniendo en cuenta las diferentes lecturas que efectúan las compañías eléctricas que gestionan el parque nuclear estatal, que mayoritariamente aspiran a alargar la vida útil de las centrales. Para facilitar las cosas, el pasado 25 de febrero, la empresa pública que gestiona los residuos radiactivos, Enresa, se comprometió a no incrementar la tasa que cobra a las eléctricas más allá de un 20%.

Eso, sin embargo, no evitó el pesar inicial de Endesa ante la firma había levantado muchas dudas sobre su viabilidad. Fuentes próximas a la compañía apuntan que si no se ha rubricado hasta estos momentos es por cuestiones operativas internas y que no existe oposición a su contenido. A pesar de eso, consideran que, más allá de un calendario de cierre rígido, se tiene que entender como una propuesta de mínimos y flexible. La empresa eléctrica quiere que se aprueben las prórrogas para seguir manteniendo operativas las centrales hasta, al menos, las fechas fijadas. Considera que, en aquel comente, habrá que valorar la pertenencia de cerrarlas en función de la demanda o la capacidad de las renovables para mantener el sistema.

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