El Museu Casteller de Catalunya abrirá puertas en verano

El Museu Casteller de Catalunya que se construye en Valls abrirá puertas en verano. Así lo ha anunciado el alcalde de la ciudad, Albert Batet, este viernes, durante una visita de obras con la asistencia de la consellera de Cultura, Laura Borràs. El equipamiento, que encauza la recta final de obras, ha supuesto una inversión de cerca de 9 millones de euros, incluyendo el derribo de varias viviendas viejas en el enclave donde se ha levantado, entre la plaza del Blat y la de l'Oli. Borràs ha destacado la revitalización de un ámbito degradado del barrio antiguo con un «espacio integrador y de regeneración». Por su parte, Batet ha remarcado que el futuro museo, de 2900 metros cuadrados y pico de superficie construida repartidos en tres plantas, ocurrirá un «motor» para proyectar el hecho casteller y desestacionalizar la temporada turística.

La consellera Borràs se ha reunido con el consorcio del Museu Casteller, organismo integrado por las tres administraciones implicadas -Generalitat, Diputació de Tarragona y Ayuntamiento de Valls- y la Coordinadora de Colles Castelleres, que se convocó por primera vez en 2005. Diez años después se ponía la primera piedra de la equipación, un proyecto que lleva décadas sobre la mesa y que ahora encarrila la fase final.

Se estima que en verano pueda abrir puertas. Con la estructura completamente construida, ahora se está avanzando en la equipación interior. «Queremos abrir tanto pronto como sea posible, pero con garantía de calidad, en un arranque de mucha potencia; será de última tecnología, de máxima calidad e innovación», ha garantizadoBatet. «Es un activo turístico, un sueño por el mundo casteller y una ilusión por losvallencs», ha añadido el alcalde.

La próxima semana el pleno de Valls tomará decisiones en relación a su funcionamiento interno. A estas alturas todavía no se ha cerrado el número de empleados del museo, al margen de la cafetería. En el marco de la visita de obras, la consellera ha afirmado que el museo será un revulsivo y un polo de atracción de visitantes. A la vez, ha valorado el trabajo de integración social de los castells, más allá de los símbolos y los valores que transmiten.