Diari Més

La Costa Daurada augura una temporada turística de éxito mientras afronta el reto de vender más que sol y playa

El sector del camping, en tendencia, prevé un buen verano por el ritmo de reservas

Varios turistas pasean por la calle Saragossa de Salou.

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Ir más allá de la oferta de sol y playa. Esto es lo que se propone el sector hotelero de la Costa Daurada, que augura una buena temporada turística, aproximándose a las buenas cifras de ocupación del año pasado. Con todo, dudan de que se puedan igualar las del 2017, cuando se consiguieron cifras récord que rozaron la ocupación total en agosto. En parte, es debido a la reincorporación de mercados tradicionales muy competitivos que, hasta ahora, han sido parados por motivos geopolíticos, como Turquía, Túnez o Grecia. «La única forma de luchar es ofreciendo servicio y calidad», ha explicado a la ACN el portavoz de la Asociación Hotelera de Salou-Cambrils-La Pineda, Sergio Ibarbuen, que considera que con precio no se puede competir. Con respecto a los campings, a falta de las reservas de última hora, se prevé una buena temporada, con dudas si igualará las cifras «excelentes» del año pasado.

El objetivo de los hoteleros es aproximarse tanto como puedan a las cifras récord que tuvieron el año pasado, en que la ocupación osciló del 80% en junio, en el 90% en julio y casi el completo en agosto. Mantener las mismas cuotas es complicado, ya que se han reincorporado al mercado destinos que hacía años que estaban parados y que ahora captan la atención de visitantes que podían escoger la Costa Daurada.

Es el caso de Turquía, «que ha entrado al mercado con mucha fuerza», Grecia y Túnez. «Son competidores que están a nuestro segmento de clientes y los precios son muy agresivos», ha explicado Ibarbuen, que cree que la Costa Daurada no puede enfrentarse por los costes, también los laborales, aunque intentan que el precio al cliente sea al más ajustado posible.

Así, en busca de esta calidad extra, los hoteles han invertido en los últimos dos años 200 millones de euros en una «apuesta constante por la calidad», según Ibarbuen, que cree que invertir en las plantas hoteleras servirá para posicionar como un segmento de calidad que atraiga visitantes.

Una de las voces que reclama cambios es el director del hotel Blaumar de Salou, Vicenç Martí, que cree que los establecimientos están haciendo el trabajo mediante inversiones y que hace falta «una ayuda del entorno». «Hay que cambiar el destino: los comercios –que considera que hay que «no dan la talla»-, las playas, las aceras, los taxis; es una cuestión de creerse el turismo o no», afirma. En esta línea, cree que el destino que se ha creado, «de sol y playa» y «económico», se tiene que reconvertir mediante un plan estratégico a largo plazo y ambicioso de la Costa Daurada que potencie más, también los activos, como la cultura, la gastronomía o museos.

«Ibiza, hace 10 años, era un mercado como Salou, y hoy tienen un precio medio y un destino que muchos envidiamos», ha asegurado este hotelero, que lamenta que en el municipio funciona «por inercia». «Tenemos una oferta digna», ha defendido Martí, desde el Blaumar, un hotel de cuatro estrellas a primera línea de mar, «falta que nos acompañe el entorno y a todo el mundo se lo crea».

En Salou, que atrae un turismo principalmente familiar, hay un mercado nacional y también destaca al británico. Aparte, también hay un grosor de visitantes franceses, rusos u holandeses. Los hoteleros trabajan para diversificar al máximo los mercados para evitar centrar esfuerzos en un país que, en un momento dado, puede tener un problema geopolítico y dejar de aportar visitantes. Así, ahora intentan abrirse a los mercados del este, como el polaco, el rumano o el búlgaro. Para Martí, las expectativas de captar a los visitantes italianos no se han visto del todo cumplidas con el parque temático de Ferrari Land.

Desestacionalización de la temporada en hoteles

Una de las líneas en que trabaja el sector, y en que creen que han encaminado el éxito, es la desestacionalización. Por Semana Santa, la Costa Daurada registró una buena ocupación gracias a la celebración de varios acontecimientos deportivos, más que nunca. La apuesta por este sector se hizo después de que se llegara a un acuerdo para poner punto final al Saloufest, que hacía que el municipio quedara «asociado en imágenes negativas», según Ibarbuen.

La excelencia de los campings da resultados

Con respecto a los campings, que representan en torno a un 40% de las plazas turísticas de la Costa Daurada, las sensaciones de cara la temporada de verano también son positivas, aunque están pendientes de las reservas de última hora. Joan Antón, presidente de la Asociación de Campings de la demarcación, ha explicado que hay «muchos clientes que, cuando se marcharon el año pasado, ya dejaron muchas reservas hechas». Sin embargo, no se puede anticipar si será «tan buena como la del año pasado».

Los visitantes, básicamente de público familiar, se reparten en parcelas, de una manera más tradicional o, de otros, en autocaravana. Por otra parte, una demanda creciente es la de los bungalows, que sirve como un primer contacto con el mundo campista. Es lo que explica Alejandro Giménez, director del Playa Mont-roig Camping Resort, donde hay un millar de parcelas y 300 bungalows disponibles al lado de un kilómetro de playa. Así, los bungalows ofrecen a los clientes el confort que los aproxima a la idea de hotel en una línea prácticamente de lujo. «Cada vez más, la gente busca la calidad y saben que tienen que pagar un precio», considera Giménez.

Los campings tarraconenses, destacados con galardones de excelencia, están ocupados por catalanes (40%), turistas del resto del Estado español (5-10%) y entre un 45-50% europeos (holandeses, franceses, alemanes, británicos y belgas). «Tenemos clientes que son familias y también personas mayores, y tenemos oferta para los dos tipos de clientes», ha apuntado Giménez, que ha explicado que la buena experiencia se mide con la fidelidad de los clientes, ya que un 40% repiten. «Tenemos un cliente de 92 años, británico, que hace 53 años que viene», explica, a modo de anécdota.

La tendencia de los campings es creciente. Según Antón, el sector empresarial tiene buena salud y, si no se crean más, es porque es complicado hacerlo desde un nivel administrativo o burocrático. Cataluña, conjuntamente con Florencia, disfruta de una concentración de campings de calidad. Según Giménez, el sector no ha dejado de invertir -en el Playa Mont-roig justo se estrena una piscina interactiva con juegos infantiles- y se lucha para que el cliente lo tenga todo a su alcance con un amplio abanico de servicios.

Nula afectación por la situación política o los atentados

Los hoteleros no perciben ninguna repercusión en reservas a raíz de la situación política y tampoco por los atentados de Cambrils, en el verano en que se cumplirá un año. De hecho, explican que la respuesta de la administración fue muy buena al instante y que, por su parte, los turistas, provenientes de otros países europeos, tampoco llegaron a cancelar las reservas ni una semana después del 17 de agosto.

Plano general de una mujer con un flotador en la playa de Torredembarra

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