Estropicio de cristales de coche en varias calles de Constantí en una noche

Más de una quincena de vehículos estacionados en calles de Constantí sufrieron la semana pasada estropicio de vidrios y, en algunos casos, también robos. Según han explicado fuentes de la Policía Local a Diari Més, el cuerpo ha recibido un total de catorce denuncias, pero se destaca que algunos vecinos se han dirigido a Mossos de Esquadra y, de otros, no han presentado denuncia, por lo cual el número de afectados superaría la quincena y, según algunos afectados, la cifra se subiría hasta la treintena.

Los hechos se produjeron en una sola noche –la del miércoles 13 de junio al jueves, día 14– en varias calles de la parte alta de Constantí, como Flix, San Sebastián o Falset. Las fuentes policiales consultadas aseguran que en la mayoría de casos se trata de daños materiales (con cristales rotos), pero sin haberse producido robo, por lo cual se podría tratar de un «acto vandálico». Asimismo, se ha abierto una investigación para aclarar los hechos y se descarta que se trate de una «oleada», ya que «se produjeron en una sola noche».

Una de las afectadas explica que en su caso, el coche estaba aparcado en la calle Sant Sebastià, en lo tocante a la calle Barcelona. El autor de los hechos le rompió uno de los cristales pequeños de las puertas de atrás, pero sin sustraerle nada ya que, según narra, no habría conseguir accionar la manecilla para poder entrar en el interior.

Otro de los afectados, tenía el coche estacionado en la calle Flix, donde, según narra, habrían roto el cristal a tres vehículos seguidos. En este caso, sin embargo, tampoco se produjo robo.

Los hechos han levantado indignación entre los vecinos, que tildan los actos de «vergonzosos» y «lamentables» y confían en que, muy pronto, se pueda detener el autor. Además, algunos piden colocar cámaras de vigilancia.

Semblante al caso de Tarragona

Los hechos ocurridos esta semana en Constantí tienen semejanza con los robos que se produjeron meses atrás a la Parte Baja de Tarragona, en los cuales también se rompían los cristales de las ventanas de varios coches en calles y zonas concretas de la ciudad y, en muchos casos, sin producirse sustracción de objetos.

El autor de estos actos había sido detenido en un total de 18 ocasiones por este delito, pero quedaba en libertad. A principios de este mes de junio, sin embargo, el juez de guardia envió al hombre, de 42 años, a la prisión «por la necesidad de evitar el altísimo riesgo detectado que el investigado pueda volver» a «delinquir», según el auto.