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El Vaticano termina los preparativos para el cónclave del miércoles que viene en la Capilla Sixtina

Ya se ha instalado la chimenea que tiene que anunciar la elección del nuevo pontífice y se harán cuatro votaciones al día

Dos operarios colocan la chimenea sobre la Capilla Sixtina que anunciará la elección de un nuevo Papa

Dos operarios colocan la chimenea sobre la Capilla Sixtina que anunciará la elección de un nuevo PapaCedida por Vatican Media

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El Vaticano termina este sábado los preparativos para el cónclave del miércoles que viene a la Capilla Sixtina. Los técnicos hace días que ultiman todas las instalaciones, incluida la chimenea que tiene que anunciar la elección del nuevo pontífice.

La fumata blanca informará de que hay acuerdo en el nombre del próximo papa, y la fumata negra indicará que hace falta seguir debatiendo y votando. Se hará un total de cuatro votaciones al día -dos por la mañana y dos por la tarde. Si se llega a una 34.ª votación, habrá que dar una segunda vuelta directa entre los dos cardenales con más apoyos en la última votación, y siempre será necesaria una mayoría de dos tercios.

Los bomberos también han instalado ya la estufa que quemará los votos de los más de 180 cardenales que participarán del debate. El colegio cardenalicio de la Iglesia católica decidió el lunes iniciar el cónclave el 7 de mayo para elegir al nuevo papa, después de concluir las Misas de sufragio por el papa Francisco, muerte el 21 de abril.

El momento del inicio del cónclave está establecido por las normas de la constitución apostólica de Juan Pablo II, 'Universi Dominici Gregis', actualizada por Benedicto XVI con el Motu Proprio del 11 de junio de 2007, y con el más reciente del 22 de febrero de 2013.

Según la Constitución, el cónclave tiene que empezar entre el decimoquinto y el vigésimo día después de la muerte del papa, después de los Novendiali, los nueve días de celebraciones en sufragio por el alma del Pontífice difunto.

Más concretamente, desde el momento en que la Seu Apostólica queda legítimamente vacante, los cardenales electores presentes tienen que esperar quince días completos para los ausentes, hasta un máximo de veinte días, si hay razones graves.

El miércoles 7 de mayo por la mañana todos los cardenales concelebrarán la solemne misa 'pro eligendo Pontifice', celebración eucarística presidida por el decano del colegio cardenalicio, que invitará a sus hermanos a dirigirse por la tarde a la Capilla Sixtina con estas palabras: «Toda la Iglesia, unida a nosotros en la plegaria, invoca constantemente la gracia del Espíritu Santo, para que sea elegido por nosotros un pastor digno de todo el rebaño de Cristo».

Desde allí, la procesión con traje coral se dirigirá a la Capilla Sixtina, a cuyo interior los cardenales cantarán el himno 'Veni, Creator Spiritus' y prestarán juramento.

Una vez haya fumata blanca, el último de la orden de cardenales diáconos llamará al Maestro de las Celebraciones Litúrgicas y el secretario del colegio cardenalicio. Al nuevo elegido se le preguntará: «Acceptasne electionem de te canonice factam in Summum Pontificem?» («¿Acepta Usted su elección canónica como Sumo Pontífice?»).

Y ante una respuesta afirmativa añadirá: «Què nomine vis vocari?» («Cómo quieres que te llamen»?), pregunta a la cual responderá con su nombre pontificio. Después de la aceptación, se quemarán las papeletas, consiguiendo que desde la plaza de San Pedro se pueda ver el clásico fastidia blanco.

Al final del cónclave, el nuevo Pontífice se retira a la Sala de las Lágrimas, es decir, la sacristía de la Capilla Sixtina, donde revestirá por primera vez los ornamentos papales --preparados en tres tallas-- con los cuales se presentará a la multitud de fieles atraídos en la plaza de San Pedro por la fumata blanca.

Después de la plegaria por el nuevo Pontífice y del homenaje de los cardenales, se entona el Te Deum que marca el final del cónclave. Después el anuncio de la elección, estará la famosa invocación 'Habemus papam', la aparición del nuevo Papa, precedido de la cruz procesional, que impartirá la bendición solemne Urbi Et Orbi.

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