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Desarrollan con nanomateriales una tecnología para fabricar baterías eléctricas que cargan en cinco minutos

Napptilus Battery Labs crea un sistema que permite 30.000 ciclos de uso, quince veces más que los aparatos hechos con litio

El CTO de Napptilus Battery Labs, Jordi Aibar, enseña a cámara la pasta de nanomateriales desarrollada para hacer las baterías 'SuperCapBattery'Cedida

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La firma catalana Napptilus Battery Labs ha desarrollado una nueva tecnología para fabricar baterías eléctricas que hacen una carga cumplida en escasamente cinco minutos.

Los investigadores se habían propuesto crear un sistema «revolucionario» que permitiera hacer baterías de forma «escalable, económica y sostenible» y han encontrado la solución en el uso de nanomateriales, con los cuales han diseñado una pasta inyectable en las celdas.

El sistema, detallan a la ACN, permite hacer cargas además de rápidas y garantiza hasta 30.000 ciclos de uso, quince veces más que las celdas hechas con litio. Al mismo tiempo, la pasta inyectable se puede retirar para poder reutilizar la celda, a diferencia de los sistemas convencionales basados en cápsulas selladas de una sola vida.

«Empezamos hace siete años con una idea loca de que no sabíamos si tendría futuro», relata el CTO de Napptilus, Daniel Rueda, que celebra haber materializado los propósitos que se habían planteado. Después de un largo tiempo de investigación y desarrollo, han creado un prototipo industrial de baterías bautizado como SuperCapBattery.

Desde el Laboratorio del Grupo de Investigación de Nuevos Materiales de Reciclaje y Energía del ICN2 (Instituto Català de Nanociència i Nanotecnologia), resalta que la tecnología que han desarrollado supone cambiar de arriba abajo el planteamiento actual de las baterías, «que poca gente sabe que se basan en un sistema desarrollado por Sony en los años 90, cuando reinventó la maquinaria con que hasta aquel momento había estado fabricando las cassettes».

«En vez de hacer como todo el mundo, que trabaja con una película muy fina que después se cierra en una celda sellada y que se tiene que destruir para poder reciclarla, nosotros apostamos por una pasta inyectable que se puede sacar y dar así una nueva vida en la celda», explica Rueda. Asegura que su propósito «no era tanto batir las prestaciones del sistema actual, sino revolucionar el método de fabricación y sobre todo de reciclaje».

El uso de nanomateriales para diseñar la pasta inyectable en las SuperCapBattery también simplifica el sistema de producción en el laboratorio, donde tienen que cumplir unas condiciones menos estrictas en comparación con otros materiales, según añade el CEO de la firma, a Jordi Aibar.

Destaca, por ejemplo, que el litio se tiene que trabajar en atmosferas libres de agua y oxígeno, unos requisitos que ahora ellos no tienen que cumplir con el uso de nanomateriales y eso reduce mucho el coste de producción».

Rueda admite que el nuevo modelo de baterías tiene menos potencia que los sistemas que ahora dominan el mercado, pero garantiza que tiene una vida mucho más larga y un proceso de carga fuerza más ágil.

El hecho de poder alargar casi quince veces más los ciclos de vida que tienen las baterías de litio hace, asegura, que sea un sistema idóneo para almacenar energías procedentes de parques eólicos o placas solares.

Al mismo tiempo, los desarrolladores también sostienen que las celdas con nanomateriales son un sistema beneficioso para las baterías eléctricas de los vehículos que se mueven en el ámbito urbano, tanto coches y motos privadas como autobuses o tranvías.

«No olvidamos que las baterías son el elemento más caro de los vehículos eléctricos, y con la nueva pasta inyectable se reduce mucho el coste de fabricación», insisten, resaltando también la posibilidad de reutilizar los materiales cuando acaba la vida útil de las celdas.

A la espera de entrar en el mercado

Napptilus ha presentado su tecnología a la última edición del 4YFN (4 Years From Now), la feria de start-ups asociada al Mobile World Congress, donde han establecido los primeros contactos con multinacionales para implementarla en el mercado. El 2025 prevén seguir la investigación de aliados, preferentemente a nivel europeo.

Aibar apunta que las negociaciones están enfocadas en dos direcciones. Por un lado, trabajan la posibilidad de encontrar un fabricante químico que se ocupe de producir en serie la pasta en que se basa su tecnología. Otra opción sería topar con un inversor que quiera crear de cero una fábrica de baterías hechas con el sistema que ellos han desarrollado.

Aunque estos son los dos focos de trabajo, no descartan una tercera vía en que su tecnología se utilice de forma combinada con los sistemas que actualmente dominan el sector de las baterías eléctricas.

Rueda augura que durante la próxima década el mundo del almacenaje eléctrico «se multiplicará de manera salvaje» y garantiza que su tecnología «puede dar mucho juego a futuras soluciones».

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