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La resistencia en los antibióticos se puede transmitir de los animales a las personas, según un estudio

Un granjero y sus animales tenían resistencia a la colistina

Plano detalle de un ternero en una granja.

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La resistencia a los antibióticos se puede transmitir de los animales a las personas, según un estudio liderado por el IRTA con la participación de la UAB. Los investigadores detectaron resistencia a la colistina en un granjero y en su ganado, y se pudo constatar que habían sido los animales los que se lahabían pasado al hombre. Las muestras se tomaron a finales en el 2017, un año después de que se recomendara reducir el uso enlas granjas. En medicina humana, la colistina no se administra normalmente, sólo en hospitales como último recurso contra las infecciones bacterianas graves.

En este caso, los expertos apuntan que la transmisión del gen de resistencia fue de los animales a la persona, ya que los terneros y los cerdos se habían tratado con colistina y, en cambio, el granjero no se había tratado con el fármaco. Según ellos, el granjero podría haber adquirido la resistencia a la colistina de las bacterias de los animales mediante el contacto directo con ellos, sus excrementos o herramientas de trabajo contaminadas.

En las granjas, la colistina se utilizó regularmente hasta el 2016, principalmente para tratar infecciones como la diarrea post-destete, pero el hecho de encontrar bacterias resistentes a este antibiótico indica su sobre uso. En las personas, actualmente sólo se utiliza en los hospitales como último recurso en casos graves, cuando los fármacos convencionales no han conseguido frenar algunas infecciones bacterianas.

El uso de los antibióticos en medicina humana y veterinaria ha provocado la aparición de bacterias resistentes de importancia crítica para la salud humana. A nivel global y estatal hay varias iniciativas para reducir el uso de los antibióticos y disminuir la aparición de los «súperbacteris», por el riesgo que supone para la salud pública global. Además, el IRTA también trabaja para reducir su uso en el ámbito de la producción animal y es uno de los retos del plan estratégico de la institución para los próximos tres años.

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