Cultura propondrá alternativas al Procicat para evitar el cese de la actividad en las zonas afectadas por el rebrote

La consellera Vilallonga también ha recordado que «la cultura catalana ha hecho los deberes en esta crisis», en relación a «la ejemplaridad de las prácticas llevadas a cabo por el sector en la aplicación de la decimocuarta de planes sectoriales de recuperación que les ha propuesto el Departamento de Cultura, que han sido aprobados por el Procicat, y que son el puntal sobre el cual se sugerirán alternativas a la medida de cese de actividad».

Los planes de reanudación que ha elaborado el Departamentde Cultura, ha desgranado a la nota, «son el resultado de un amplio trabajo de consenso con las diferentes sensibilidades que conviven en el sector, que es diverso y plural y que, además, se enriquece con miradas diversas, como son las que propician la iniciativa privada y la pública». La aplicación de las medidas que se contienen en los planes de recuperación, han añadido, «ha significado un esfuerzo cualitativo y cuantitativo para las empresas del sector, porque los ha llevado a aceptar que los acontecimientos culturales hace falta repensarlos, para adaptarlos a los nuevos parámetros que imponen las medidas de prevención de la pandemia». Este esfuerzo ha tenido como resultado unos equipamientos culturales, teatros, museos, archivos, cines, bibliotecas..., que son «lugares de confianza donde las personas encontrarán lo que siempre han buscado: el placer del conocimiento».

Asimismo, el Departamentde Cultura ha ressaltt que ha impulsado el Plan de rescate del sector cultural, que ha permitido que los profesionales «tuvieran acceso a créditos, subvenciones (que han cubierto gastos de estructura de las empresas, insostenibles como consecuencia de las cancelaciones) y que también ha hecho posible que se asumiera el déficit de los equipamientos, derivado de la falta de ingresos por el cierre».

«Un tratamiento justo»

Para Vilallonga, «todo este trabajo conjunto, hecho por el Departamentpara el sector cultural y con el sector cultural, reclama un tratamiento justo, que es más necesario que nunca en este momento en que el primero que hay que perseguir es la salud de las personas».