Los festivales piden ampliar el plazo de devoluciones para ofrecer alternativas

El peso en el presupuesto de los ingresos provenientes de la venta de entradas varía en función del festival, pero generalmente es la base de un sector poco «capitalizado», apunta el director del Instituto Català de les Empreses Culturales (ICEC), Miquel Curanta. Por eso el gestor no ve «difícil de imaginar» que si alguna de estas grandes citas tuviera que hacer frente al retorno concentrado de todas las entradas «con mucha seguridad podría ir a la quiebra».

Tanto es así que la FMA ya ha trasladado al Ministro de Consumo, Alberto Garzón, «dos o tres propuestas» de plazos de tiempos ampliados a partir de los cuales el usuario pueda reclamar el retorno de sus entradas. Se habla, al menos, de alargarlo hasta a final de este 2020. Por una parte, para no ahogar las empresas con una devolución generalizada y en poco tiempo; de la otra, para «dar tiempo» en los festivales para construir la oferta parasu próxima edición y seducir a los espectadores para que conserven su entrada o vales equivalentes (caso que esta fórmula sea legislada).

Ampliar para garantizar la devolución (o la alternativa)

Los 57 grandes acontecimientos que representa esta asociación defienden que poner las empresas al límite de su liquidez tendría efectos negativos parael propio consumidor, si no se puede hacer efectivo el retorno de su dinero. «Es cierto que los consumidores no tienen que financiar los festivales, es una cuestión de aplazar este derecho», plantea Gabeiras al respecto. En cambio, la asociación privada de consumidores FACUA considera que aplazar la devolución de entradas sí que es «financiar a interés cero» los festivales, y supone en todo caso una «concesión enorme» y añadida a los 90 días que ahora tienen los certámenes para satisfacer este trámite.

La alternativa que se plantea desde los festivales, y también desde entidades públicas de defensa de los consumidores como la Agencia Catalana de Consumo, es el canje de la entrada por la entrada o el abono del mismo festival el año 2021, y/o un vale a consumir hasta el 2021 (y 2022 «excepcionalmente»). FACUA sostiene que eso es «dejar nuestro dinero en los festivales durante un año» y recomienda recuperar el dinero.

«La posibilidad de revisar los contratos está prevista en el código civil cuando está ante una causa de bastante mayor», replican desde la FMA. De hecho la Generalitat, tanto a través del ICEC como de la Agencia Catalana de Consumo (ACC), propone al Ministerio de Consumo que los festivales musicales puedan intercambiar las entradas de las ediciones canceladas por el coronavirus por vales que se puedan utilizar hasta el 2022, como una medida de choque|shock. «Si lo han regulado porlos viajes combinados –turismo- ¿porque no lo hacen por sectores que tienen la misma problemática?», pide la directora del ACC, Beth Abad. Esta medida estaría en la línea de lo que ya han hecho países como Portugal, Bélgica y Alemania, hace notar.

Empiezan algunas devoluciones y convalidaciones con ventajas

El cierto es que varios festivales ya han empezado a ofrecer esta opción, de mutuo propio (no tanto la de los vales, como la convalidación de la entrada de esta edición para la siguiente), siempre manteniendo la opción de retorno del dinero. En el Jardines de Pedralbes, se apresuraron a atar para el próximo año a un buen grupo de los artistas que tenían que venir este verano, y el resultado es que cerca del 90% de los que tenían entradas han decidido conservarlas para el 2021. Así lo adelanta al ACN su director, Martín Pérez, profundamente agradecido con los espectadores.

En otros casos, el inicio del proceso de devolución de entradas se anuncia para más adelante mientras se negocia con las bandasde cara al próximo año. Algunos lo hacen con la promesa que se ofrecerán «ventajas» si se decide conservar la entrada. Y es que esta es también la propuesta de que se defiende desde la FMA, el ACC o el ICEC: «bonificar» la fidelidad de los consumidores con complementos en las entradas como el acceso a zonas 'vip', consumiciones dentro del recinto, o merchandising, entre otros.

Y también hay quien ha empezado la devolución inmediatamente después del anuncio de cancelación del festival. Es el caso del Festival de Peralada, que por otra parte no pretende replicar la actual edición el año 2021 sino que ha prometido recolocar los espectáculos durante los próximos años. «La taquilla en un festival de poptiene un peso muy trascendente, pero en artes escénicas hay más peso de subvención pública», admite modestamente a su director, Oriol Aguilà.

La Generalitat quiere «preservar» los festivales

Desde el ICEC recuerdan que en Cataluña hay actualmente 350 festivales musicales, con un impacto económico en el territorio de 600 millones de euros. «Desde una perspectiva estrictamente económica es fundamental que los podamos preservar», defiende a Miquel Curanta. Además, el director del organismo público de la Generalitat dice que le «consta» que el ministro Garzón quiere dar «cierta prioridad» en las medidas sobre espectáculos y por eso se muestra optimista que se pueda acabar ampliando el plazo de la devolución de entradas y aceptando también la propuesta de canje por vales. «Si se ha podido hacer con los paquetes de viajes, se tiene que poder hacer con los espectáculos, porque estamos hablando de festivales pero hay más casuísticas», puntualiza.

Por otra parte, Curanta recuerda que en Catalunya el Govern aseguró hace tres semanas una medida que aplicaría más allá de la finalización del estado de alarma, para garantizar en los festivales considerar su suspensión como causa de bastante mayor, y «poder garantizarlos hacer ciertos cambios, aplazamientos o cancelaciones sin que eso vaya directamente a su línea de flotación».