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Sanidad

Médicos residentes denuncian que cobrarán menos a pesar de trabajar más horas por la Covid-19

Han hecho turnos nocturnos y de fin de semana sin embargo, afirman, no se los ha contabilizado como guardias

Una profesional sanitaria ata a una compañera una bata antes de atender a un paciente con covid-19, en uno de los bloques quirúrgicos del Hospital Clínico de Barcelona habilitado como UCI en la pandemia de coronavirus.

Cataluña llega a las 2.908 muertes por coronavirus con 148 nuevas defunciones las últimas 24 horasACN

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«Hemos estudiado siete años, aprobado unas oposiciones y ahora estamos afrontando una pandemia mundial. Nos llamáis 'héroes' y nos aplaudís cada día religiosamente a las ocho pero después nos giráis la espalda con un sueldo indigno que no llega ni a los 1.000 euros al mes». De esta manera se expresa un grupo de médicos residentes de medicina de familia y comunitario en una carta abierta que ha publicado este jueves 'Crónica Global'. Los médicos en la última fase de formación denuncian que la crisis sanitaria ha comportado horarios maratonianos y disponibilidades exhaustivas, y lamentan que el esfuerzo no sólo no se ha visto reflejado enla nómina, sino que los ha bajado porque no se les ha contabilizado ningúna guardia, concepto con el cual habitualmente redondean el sueldo.

Los médicos residentes de medicina de familia y comunitaria del Hospital ParcTaulí de Sabadell y los de CAP Bahía, Ca'n Oriac i Serraparera denuncian que han sufrido «un empeoramiento» de lo que cobran. Explican que tienen un sueldo base muy bajo, «menos de 1.000 euros netos», de manera tal que el salario «depende totalmente del número de guardias» que hagan cada mes.

Por eso, afirman que los horarios que han tenido que hacer tanto los residentes que han estado en CAP como los que han estado en hospitales, con sistemas de turnos de 12 horas, «los han perjudicado claramente», dado que no han podido hacer estas guardias. Además, denuncian que tampoco se les han reconocido noches ni fines de semana, que «no forman parte» de su «horario laboral normal estipulado como residentes».

También lamentan el perjuicio económico que han sufrido los residentes que han tenido que estar de baja. Y además subrayan que han tenido menos supervisión de los adjuntos por «la presión asistencial y el caos organizativo», y que han tenido que asumir «roles y responsabilidades más allá» de lo que les corresponde. Por eso reclaman un plus de menor supervisión «reflejado en el BOE como complemento reconocido».

Por todo ello reclaman que se les reconozca «el trabajo bien hecho» en forma de «nómina equivalente, como mínimo, a la de meses anteriores», así como la implementación de pluses de nocturnidad, de fin de semana, de peligrosidad y de menor supervisión. También exigen que todo se vea reflejado «tanto en nóminas futuras como compensado en nóminas anteriores» con el objetivo de llegar a tener «un sueldo digno».

Disponibilidad exhaustiva

A la carta los residentes dan un repaso cronológico de la manera como se ha afrontado la crisis, empezando por los horarios. Explican que los que se quedaron enlos CAPa raíz de la reorganización del servicio para atender los infectados por la Covid-19 hicieron jornadas laborales ordinarias, muchos días doblándose por la tarde por necesidad y haciendo múltiples tareas, entre ellas atender las urgencias.

Los residentes que estaban en hospital, añaden, pasaron a hacer turnos de 12 horas alternos, hasta los 3-4 semanales, distribuidos principalmente a urgencias y planta, con pacientes infectados de la Covid-19. Los horarios fueron «una locura», con cambios constantes por bajas laborales y aislamientos, hasta el punto que en la práctica ha habido «disponibilidad 24 horas al día los 7 días de la semana, sin importar días, noches o fines de semana».

Con respecto al equipamiento, explican que en el ámbito ambulatorio ha sido «más o menos asegurado», pero que en el hospitalario ha estado «deficitario, por no decir inexistente». Afirman que no ha dispuesto de EPI reglamentarios «en ningún momento», si no de material no adecuado reutilizado y compartido, «con el riesgo aumentado de contagio del personal tanto de coronavirus como de otras afecciones». Por eso, la mejor opción fue utilizar «bolsas de basura como protección corporal». Con respecto a las mascarillas, han llevado «hasta 21 días» material teóricamente no reutilizable o incluso «defectuoso», que llevaron durante varios días antes no se los avisó que «no protegían lo suficiente» y que se tenían que cambiar.

En el escrito también critican las autoridades políticas y sanitarias. Agradecen las cartas de altos cargos del Instituto Català de la Salut y de la Generalitat elogiando las «heroicidades» del personal sanitario, pero han echado de menos «más interés por el estado físico y anímico» del personal, por las condiciones laborales y por las «carencias» que han sufrido.

Darias recuerda las inyecciones de capital en las autonomías

Por su parte, la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias, ha afirmado en entrevista radiofónica en Onda Cero que «todas las administraciones públicas y la sociedad» está «en deuda con estos sanitarios». Por eso ha añadido que «cuesta de entender decisiones como esta en torno a los que han estado en primera línea de la batalla», en relación al hecho de que no se haya incluido el concepto de guardias a los médicos residentes.

Y de la misma manera ha recordado que «sólo empezar la crisis» el gobierno español puso a disposición de las autonomías mil millones de euros destinados a gasto sanitario. «Ahora, dentro del fondo no reembolsable de 16.000 millones, 10.000 van exclusivamente a sanidad», ha remarcado.

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