El Supremo calcula que el juicio contra los líderes del proceso será a finales de año
La Audiencia Nacional podría esperar a la sentencia del Supremo antes de juzgar a Trapero
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El Tribunal Supremo calcula que el juicio contra los líderes independentistas se hará a finales de año. Fuentes del alto tribunal apuntan que quieren que el juicio sea rápido y no se eternice y, por lo tanto, prevén hacer sesiones de mañana y tarde. Sin embargo, las mismas fuentes apuntan que dependerá también de la estrategia que adopte la defensa ya que es un juicio con «connotaciones políticas». De la misma manera, el Supremo también espera que una vez acabe el juicio la sentencia se notifique con celeridad. Estas fuentes también apuntan que el juicio contra el mayor del Mossos, Josep Lluís Trapero, la intendente Laplana y la excúpula de Interior se hará después y que, además, la Audiencia Nacional esperaría a conocer la sentencia del Supremo. Por otra parte, fuentes de la Fiscalía General del Estado han apuntado que todavía no tienen hechos los escritos de acusación pero alertan de que habrá una tarea «coordinada» entre las fiscalías del Supremo, la Audiencia Nacional y el Superior de Cataluña. Ahora bien, todavía no aclaran si se mantendrá la acusación por rebelión o si, incluso, esta «coordinación» supondría acusar Trapero también de rebelión (está procesado por sedición).
El calendario sobre los juicios del proceso empieza a confirmarse. Fuentes del Tribunal Supremo esperan que el juicio en Junqueras y los diecisiete procesados que están en el Estado se haga a finales de año. La Fiscalía y la acusación particular confían hacer sus escritos de acusación (donde dirán cuántos años piden para cada uno y por qué delitos) a finales de septiembre y también lo tendrán que hacer después de las defensas. Entonces, la sala ya podría abrir juicio oral y fijar fechas.
Fuentes de la Fiscalía General del Estado reconocen que los escritos todavía no están hechos y que están a la espera de que la Sala de lo Penal del Supremo los dé traslado para poder hacer unas calificaciones que serán individualizadas. Las mismas fuentes no han confirmado que mantendrán la acusación por rebelión (el mismo delito por el que se interpuso la querella en noviembre de 2017) ni si se podría también pedir rebelión para Trapero, procesado por sedición en la Audiencia Nacional. En todo caso, apuntan que la estrategia será «coordinada» y que en el momento de hacer los escritos habrá comunicación entre las fiscalías implicadas.
Un juicio rápido
La voluntad del Tribunal Supremo es que el juicio sea «rápido» y que no se eternice. Desde el tribunal reconocen que el juicio será una conmoción para un tribunal de casación donde no se celebran juicios, y menos con este número de acusados. Por eso, apuntan que habrá «que «habilitar» el espacio para el juicio.
Además, el objetivo es que las sesiones sean de mañana y tarde de lunes a viernes. Ahora bien, también dependerá de la estrategia que adopte la defensa, si quiere que el juicio se haga con celeridad o si, por el contrario, quieren «dilatarlo» pidiendo más pruebas. Desde el tribunal reconocen que es un juicio con «connotaciones políticas» y que, por lo tanto, desconocen cuál será la estrategia de la defensa.
Por otra parte, no esperan que haya cambios con respecto a Puigdemont y el resto de líderes independentistas que están en el extranjero. Y por lo tanto, los juicios se celebrarán sin que se les pueda sentar en el banquillo de los acusados después de que el juez instructor, Pablo Llarena, retirara las euroórdenes.
Primer Supremo, después Audiencia
Las mismas fuentes han confirmado que primero será el juicio al Tribunal Supremo ya que hay más personas procesadas (nueve de ellas en prisión preventiva) y porque la sentencia que se dicte será firme y no se podrá recurrir. Por eso, el juicio de la Audiencia Nacional se hará después y, probablemente, el tribunal se esperará a conocer la sentencia del Supremo antes de sentar en el banquillo de los acusados en Trapero, Laplana, Puig y Soler.
Una eventual sentencia de la Audiencia Nacional se podría recurrir al Supremo y, por lo tanto, el tribunal podría esperar a conocer el posicionamiento del alto tribunal antes de juzgar el mayor de los Mossos y la excúpula de Interior.