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El IPHES lidera las investigaciones arqueológicas en el Abric Romaní de Capellades

El director de las excavaciones, Eudald Carbonell, espera hacer realidad el museo sobre la alimentación de los neandertales antes de jubilarse

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Un total de 53 arqueólogos procedentes de diferentes universidades del mundo han empezado esta semana la 35ª edición de la campaña de excavaciones en el Abric Romaní de Capellades (Anoia). Bajo la dirección del arqueólogo Eudald Carbonell, miembro del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), el objetivo de este año es acabar de excavar el nivel Q –de entre 58.000 y 60.000 años de antigüedad-, donde se han encontrado hasta una cincuentena de hogares. Según ha explicado Carbonell a ACN, se trata de un nivel de ocupación donde »el caballo, el ciervo y los bóvidos eran el alimento fundamental de los grupos de neandertales que utilizaban el Abric como campamento central». Por otra parte, Carbonell ha expresado que uno de sus objetivos antes de jubilarse es hacer realidad la construcción en Capellades de un museo sobre la alimentación neandertal, un proyecto que hace años está trabajando en colaboración con el cocinero Ferran Adrià.

El Abrigo Romaní es una gruta que se abre dentro del riscal del Capelló, en Capellades. Se trata de un yacimiento arqueológico del paleolítico que desde el año 1983 se encuentra en proceso de excavación en varias campañas dirigidas por el arqueólogo y exdirector del Instituto Català de Paleoecologia Humana y Evolución Social (IPHES), Eudald Carbonell. En la campaña de verano de este 2017 los arqueólogos se centrarán al finalizar la excavación del nivel Q, de hace unos 60.000 años, con el objetivo en seguir profundizando en el conocimiento de los asentamientos neandertales y de cómo eran sus modelos de conducta.

De hecho, según ha relatado Carbonell, el nivel Q es muy rico en fósiles y durante las dos últimos campañas ya se ha localizado más de 10.000 restos de herramientas de piedra, principalmente sílex, y también restos de fauna que cazaban los neandertales, como caballos, ciervos y cabras. Además, se trata de un nivel muy rico en hogares y en esta nueva campaña está previsto excavar meticulosamente más de una veintena.

El director de la excavación ha explicado que a día de hoy ya empiezan a tener pautas claras de cómo se organizaban los neandertales que pasaban por la comarca de la Anoia. Según ha relatado, «acostumbraban a ser grupos que iban de las 12 personas a las 25» y había diferentes tipos de poblaciones «en función de cada época del año». De hecho, Carbonell ha explicado que el de Capellades es el único yacimiento del mundo donde se han excavado más de 500 hogares y eso permite a los arqueólogos «tener una idea muy clara de su alimentación, pero también de la forma de vivir».

De cara las próximas campañas de excavación y una vez agotado el nivel Q, Carbonell ha avanzado que la idea es hacer un sondeo lateral para observar qué pasa a los siguientes niveles y «ver si cambia la forma de ocupación de los neandertales». De hecho, el arqueólogo ha dicho que se sabe que en el Abric Romaní hubo ocupaciones de neandertales como mínimo desde hace 115 o 120 mil años.

Con los más de treinta años de excavaciones en el Abric Romaní, los investigadores no han encontrado nunca restos de neandertal. Uno de los argumentos que explica este hecho es que en los campamentos de estas características, los neandertales no enterraban a sus muertos. Con todo, los investigadores no pierden la esperanza y creen que en los niveles que todavía no están excavados se podrían encontrar. De hecho, Carbonell se muestra optimista y cree que »és posible que se encuentren en los niveles que todavía» no hemos «excavado». Para él, encontrar restos de homínidos sería «la guinda del pastel» y considera que «si en algún lugar nos merecemos encontrar a un neandertal por los años que llevamos, la paciencia y la perseverancia es en Capellades».

El Museo del Neandertal, el gran reto pendiente

Uno de los grandes retos pendientes del equipo de investigadores que dirige Eduald Carbonell es hacer realidad el museo del neandertal. De hecho, hace más de siete años que se empezaron a dar los primeros pasos para construir el Museo del Neandertal en Capellades pero la crisis económica frenó el proyecto y lo dejó en un cajón. Con el tiempo, la idea del museo se ha ido reformulando y la idea de que actualmente tiene Eudald Carbonell en la cabeza es la de dedicarlo a la alimentación neandertal.

El director de las excavaciones trabaja con la colaboración del cocinero Ferran Adrià en este proyecto y cree que «explicar la gastronomía, a la cocina y los hábitos de vida de los neandertales nos puede ayudar a comprender cómo viven los humanos actuales». Carbonell ha dicho que la idea es que sea un museo «diferente» y «multidisciplinar» donde «a partir de la cacería de los animales, podemos explicar el clima, las herramientas, la distribución de los hogares y como vivían los primeros europeos clásicos».

Por otra parte, Carbonell también confía en que se pueda abrir «próximamente» la Cinglera del Capelló para que los visitantes puedan hacer una ruta por la pasarela que hay instalada y puedan observar los más de veinte yacimiento arqueológicos de diferentes épocas que hay en la zona.

Carbonell ha admitido que no hay ningún calendario previsto de apertura de estos equipamientos y ha lamentado que «se han hecho muchos intentos y hemos tenido muy mala suerte». Con todo, el arqueólogo se muestra optimista y cree que, una vez superada la crisis económica, «los próximos años nos tiene que permitir abrir estos equipamientos».

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