Investigación
La cirugía genital en hombres trans crece un 10% en los últimos años, según un estudio
La aceptación social hace bajar la edad media en las operaciones de cambio de sexo y obliga a incorporar nuevas técnicas
Un estudio de la clínica IM Gender, que ha analizado más de 3.400 cirugías de cambio de sexo de los últimos 20 años, apunta a un cambio de tendencia con respecto a la cirugía genital en hombres trans. Hasta el 2016, las operaciones en hombres trans representaban sólo el 15,5% y el año pasado ya eran el 25,4%, gracias a la evolución de técnicas para una cirugía, la faloplastia, mucho más compleja que en las que se tienen que someter las mujeres trans. A nivel global también se ha notado una llegada a las consultas de personas cada vez más jóvenes. En el 2010 la edad media de los pacientes era de 33 años y actualmente se sitúa en los 28. Eso ha obligado a los especialistas a incorporar nuevas técnicas quirúrgicas, sobre todo en mujeres trans.
El director de IM Gender, el cirujano Ivan Mañero, explica que la incorporación del hombre trans a la cirugía genital no es fruto de cabeza «moda» y da toda la responsabilidad al desarrollo de técnicas que simplifican una operación ya de entrada más compleja: «Es más fácil quitar que poner, a nivel quirúrgico». Con respecto a las mujeres trans, se ha detectado que estas empiezan a hormonarse más bien para frenar la pubertad y, por lo tanto, «ganar en calidad de vida». Eso, sin embargo, obliga a plantear nuevas estrategias cuando llega el momento de pasar por quirófano: «Llegan con un desarrollo más pobre de los genitales y el material para trabajar es insuficiente».
Es especialmente destacable el dato relativo a los menores de 21 años. En el año 2002 eran sólo el 7,1% de las personas trans que se dirigían a un centro estético para someterse a un cambio de sexo. En el 2021 ya eran el 33,2%. Si se tienen en cuenta los menores de 25 años, la cifra aumenta hasta el 43,5%. Ante este cambio de tendencia, una técnica muy extensa hasta ahora como la vaginoplastia por inversión peneana –aprovechar la piel de los genitales masculinos para hacer la cavidad externa e interna de los nuevos genitales femeninos– se ha dejado de practicar para dejar paso a la colovaginoplastia, que obtiene la piel necesaria del colono del intestino de la persona.
Hasta el 2016, la vaginoplastia representaba el 85% de las intervenciones, pero actualmente la tendencia se ha invertido y la colovaginoplastia ya es la técnica utilizada en el 66,5% de las intervenciones de cambio de sexo en mujeres trans. La 'normalización' de este tipo de intervenciones, tanto en hombres como en mujeres también tiene que ver, según el estudio, en «la aceptación de la diversidad» por parte de los 'nuevos jóvenes'. Mañero dice que siempre es más compleja esta aceptación en sociedades monoteístas, pero celebra los cambios que se están dando en los últimos años en este sentido.