La factura de la luz del consumidor medio se ha disparado más de 1.000 euros en veinte años

La factura de la luz se ha disparado un 199,3% en veinte años para el consumidor medio. En 2002 el precio medio de la electricidad se situaba en 513,9 euros y, en cambio, ha cerrado este último año con el récord histórico de 1.538,53 euros, según un estudio publicado por Facua. En la última década, el precio ha subido un 60,5%, ya que en 2012 quedaba justo por debajo de los 1.000 euros (958). El dato del 2022 ha desbancado el récord del 2021, cuando el usuario medio pagó 1.116,04 euros, un 38% menos que este año. Facua ha denunciado que la subasta marginalista es una «estafa legal» y ha avalado la propuesta de modificar el mercado del gobierno español porque pondría fin a los «abusos legales» de las energéticas.

En una rueda de prensa este martes, su secretario general, Rubén Sánchez, ha afirmado que el tope del gas es un «parche» que ha funcionado, pero que no ha sido «suficiente». Por eso, ha reclamado a la Comisión Europea que apruebe el cambio «radical» del mercado energético que propuso este martes el gobierno español, y que implicaría desvincular de la subasta marginalista la energía nuclear e hidroeléctrica, que en los últimos años «se han aprovechado del sistema para hinchar precios».

Sánchez ha advertido que este giro radial de la política energética supondrá un abaratamiento del precio que pagan los consumidores siempre que el precio fijo por la energía nuclear e hidráulica que se aplique sea «prudente». «De nada serviría sacar dos energías de la subasta si después se fijan precios desproporcionadamente altos», ha dicho.

En todo caso, la organización en defensa de los derechos de los consumidores ha mostrado una «gran satisfacción» por la propuesta presentada por la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ya que podría ayudar a eliminar los «males premeditados en el diseño del sistema eléctrico».

Según Sánchez, Facua «hace décadas que denuncia que la subasta es una estafa legal» porque permite que «se hinchen los precios y las energías baratas se paguen como las más caras». En este sentido, el secretario general de la asociación ha señalado especialmente las empresas hidroeléctricas que, a pesar de producir una energía más barata, «se ha llegado a pagar más cara que el gas».

Con respecto a la previsión de precios del 2023, Sánchez espera que no se repitan «precios tan altos» como los del 2022.

Por otra parte, Facua ha reclamado que se ponga en marcha una campaña institucional para ayudar a los consumidores a reconocer qué potencia contratada tienen en la factura y a saber si es más de lo que necesitan y también para explicar cómo acceder al bono social para acceder a descuentos de hasta el 60%.