Un estudio relaciona la falta de sueño en adolescentes con la obesidad

Los adolescentes que duermen menos de ocho horas por noche tienen más probabilidades de tener sobrepeso u obesidad, según un estudio del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares de Madrid (CNIC) que se ha presentado en el Congreso Europeo de Cardiología, que ha comenzado hoy en Barcelona. El estudio también concluye que los jóvenes que duermen menos también son más propensos a presentar presión arterial elevada y niveles anormales de lípidos y glucosa en sangre.

«La mayoría de los adolescentes no duermen lo suficiente y esto puede estar relacionado con el exceso de peso y las características que promueven este aumento de peso, lo que potencialmente les predispone a futuros problemas», ha explicado el autor del estudio, el investigador en formación del Laboratorio de Imagen y Salud Cardiovascular del CNIC Jesús Martínez Gómez.

«Actualmente estamos investigando si los malos hábitos de sueño están relacionados con el exceso de tiempo de pantalla, lo que podría explicar por qué los adolescentes más mayores duermen aún menos que los más jóvenes», ha añadido Martínez.

El estudio del CNIC analizó durante cinco años la asociación entre la duración del sueño y la salud de 1.229 alumnos de secundaria, que al inicio del estudio tenían una media de 12 años de edad, una edad durante la cual organizaciones como la Academia Americana de Medicina del Sueño aconseja dormir de 9 a 12 horas por noche.

A los 12 años, solo el 34 % de los participantes dormían al menos 8 horas por noche, un porcentaje que se reducía al 23 % y al 19 % entre los jóvenes de 14 y 16 años; la prevalencia de sobrepeso en cada participante fue del 27 %, 24 % y 21 % a los 12, 14 y 16 años, respectivamente. En comparación con los jóvenes que dormían 8 horas, el sobrepeso era un 21 % y un 72 % más probable en los adolescentes con 12 y 14 años que no dormían estas horas.

«Las conexiones entre el sueño insuficiente y la salud adversa fueron independientes de la ingesta de energía y los niveles de actividad física, lo que indica que el sueño en sí mismo es importante», ha aclarado Martínez, quien ha recordado que «el exceso de peso está asociado a las enfermedades cardiovasculares».

«Los programas de promoción de la salud en las escuelas deberían enseñar buenos hábitos de sueño y los padres deben dar buen ejemplo, acostándose a la misma hora y limitando el tiempo de pantalla por la noche», ha aconsejado el médico.