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Sucesos

Una joven acusada de matar a su ex-novio lo llamó casi 500 veces después de romper

La pareja vivía en la localidad pirenáica de Broto, en Huesca

La chica llamó centenares a veces a su ex-novio después de romper su relación.

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La joven acusada del presunto asesinato de su exnovio en la localidad pirenaica de Broto le llamó casi quinientas veces desde que se produjo la ruptura de la relación, en septiembre de 2019, hasta el día del crimen, el 14 de febrero de 2020.

Así lo han asegurado hoy, en la cuarta sesión del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia de Huesca contra Daniela V.G., los peritos de la Guardia Civil que analizaron el contenido de los teléfonos de la pareja así como la interrelación de comunicaciones que se produjeron entre ambos y con familiares y amigos.

Estos expertos han destacado que las conversaciones por wasaps muestran la trayectoria previa a los hechos desde el momento en que se rompió la relación a causa de una «infidelidad» reconocida por la propia acusada hasta el momento en el que el joven Geovanny Valencia murió tras ser apuñalado en cuatro ocasiones en el pecho.

Han indicado que el día del crimen, Daniela V.G., que se enfrenta a penas de 20 a 25 años de prisión, llamó hasta en 34 ocasiones a su expareja frente a las 10 efectuadas por la víctima para contestarle.

La última llamada la efectuó la procesada desde el apartamento de la víctima y se prolongó por espacio de veinte minutos, momento en el que llegó éste a su casa y fue presuntamente atacado por sorpresa, sin capacidad de defensa, según los investigadores.

En el móvil de la acusada, los peritos encontraron una fotografía hecha previamente en el dormitorio del apartamento y, a su juicio, es compatible con el mensaje borrado que se encontró en esa misma franja de tiempo en el teléfono del joven, hallado por los investigadores sobre el cadáver y con manchas de sangre.

Del contenido de los wasaps tras la ruptura, los especialistas evidencian que la acusada estaba «encima de él continuamente», mientras que en las contestaciones no se aprecia una situación de acoso sino de intento de cortar la relación y de evitar nuevas llamadas.

Han explicado, por otra parte, que el joven con el que mantuvo una relación llegó un momento en el que éste le planteó, cuando ya había roto con Geovanny, no volver a mantener relaciones.

Por esta razón, ha considerado «muy extraño» que la acusada le enviara a esta persona un vídeo de ella de contenido sexual.

Estos mensajes muestran, además, que el día antes de tener lugar el crimen, Daniela V.G. le pidió a la víctima las llaves de su apartamento porque quería «arreglar la casa».

En respuesta a una pregunta del jurado, han añadido que en los mensajes de la acusada, que aseguró en su declaración ser víctima de malos tratos y tener miedo de su expareja, «no hemos percibido ni sumisión voluntaria de ella respecto a él, ni tampoco impuesta».

Posteriormente ha declarado como perito un experto en criminalística de la Guardia Civil que participó en la recogida de pruebas en el escenario del crimen, que, en su opinión, el ataque se produjo por sorpresa, sin un forcejeo previo.

Según ha explicado, «sin darle tiempo a soltar las llaves de la casa y mientras se despojaba de la chaqueta, recibió cuatro puñaladas, sin posibilidad de defensa».

Previamente a la práctica de las pruebas periciales, ha declarado como testigo un amigo de la víctima, que ha asegurado que con el tiempo había conseguido mejorar tras la ruptura, a pesar de las «continuas llamadas» que recibía de ella.

También han declarado los padres de la procesada, que a pesar de considerar a la víctima una «buena persona», han asegurado que tenía en ocasiones un comportamiento «celoso» respecto a su hija, y que eso era motivo de tensiones.

La vista continuará mañana con la declaración de un testigo de la defensa, el visionado de pruebas documentales y la exposición de las conclusiones de las partes.

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