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Reciclaje

La nueva ley de residuos obligará a separar las fracciones

También prevé reducir los desperdicios que se vierten en la orgánica hasta un máximo del 5% en el 2030

L'illa del Carrer Ample amb els contenidors nous, tret del de vidre, ahir.

La nueva ley de residuos obligará a separar las fraccionesNoemí Solla

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La nueva ley de residuos que está elaborando el Gobierno fijará la obligatoriedad de separar las fracciones y, por lo tanto, dejará de ser voluntario. Para llegar a este objetivo, desde la Agencia de Residuos de Cataluña (ARC) contemplan el puerta a puerta como la «manera más eficiente» de poder sacar adelante el proyecto. En este sentido, el director del ente, Isaac Peraire, remarca que uno de los focos es la implantación del sistema en las grandes ciudades. Con todo, Peraire señala que ya hay 300 municipios catalanes que aplican el puerta a puerta, pero «ahora es el momento de las grandes ciudades». El director del ARC también quiere reducir hasta un máximo del 5% el número de desperdicios que se vierten en la orgánica.

«El mejor residuo es aquel que no se genera», este ha sido el mensaje que ha repetido varias veces el director de la Agència de Residus de Catalunya (ARC), Isaac Peraire, en la conferencia que ha pronunciado en la Feria Waste in Progress, que se está celebrando estos días en Girona. Peraire ha defendido la ley que se acaba de elaborar por parte del Gobierno y que, si todo va bien, se podrá aprobar durante el primer trimestre de 2023 y que se aplicará en función de las medidas que se hayan establecido.

En este sentido, Peraire ha remarcado que la nueva norma contemplará la obligatoriedad de separar la fracción y no será voluntario como hasta ahora. Además, también pretende «repartir responsabilidades» entre la ciudadanía, la administración y las diferentes empresas. «A los ciudadanos les pediremos que separen mejor y que lo hagan con eficiencia, pero lo tenemos que poner fácil», ha señalado.

Para poder llegar a este objetivo, Peraire ha explicado que es clave insistir en el modelo de puerta a puerta que ya funciona en unos 300 municipios catalanes. «Ahora es el momento de las grandes ciudades. Ya hay barrios de Barcelona, Girona o Lleida que lo hacen, pero hay que ir mucho más allá», ha reivindicado.

Y es que el objetivo final fijado por el ARC en la nueva legislación es llegar al residuo cero, a través también de la prevención. «También pretendemos mejorar la eficiencia de la recogida y aparte del puerta a puerta estamos trabajando con otros modelos como los de los modelos inteligentes.

Un 5% de impropios en el 2030

LO que también supone un quebradero de cabeza para la administración es la generación de residuos impropios que van a la orgánica, o lo que es lo mismo, verter materiales que no corresponden al contenedor marrón. Por eso, Peraire ha señalado que se fijan un tope para reducir también este tipo de desperdicios. «Queremos ser más exigentes en los impropios que ahora es de un 12% y que lleguemos al 5% el año 2030».

Aunque la aprobación del texto definitivo por parte del Parlament se prevé para la primavera de 2023, el Gobierno espera que el primer trimestre del próximo año ya esté aprobada inicialmente y se pueda empezar aplicar algunos de los aspectos que contempla.

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