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El precio de la energía se disparará en Europa si Rusia cierra el grifo

Los expertos alertan de que es «complicado» que la UE pueda compensar las necesidades de gas con otros proveedores

Un fuego de cocina

El precio de la energía se disparará en Europa si Rusia cierra el grifoACN

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La dependencia de la Unión Europea del gas ruso la deja en una situación vulnerable en plena crisis en Ucrania. El 40% del gas que se consume en el bloquecomunitario viene de Rusia, un volumen demasiado elevado como para que la Unión Europea pueda compensar con otros proveedores un posible corte en la llegada de trozo ruso, según apunta Simone Tagliapietra, experto del think thank Bruegel. ParaTagliapietra, un corteen la llegada de gas ruso en Europa implicaría cerrar fábricas de industrias no estratégicas para garantizar que el gas disponible llega a los hogares. En cambio, la profesora de la Universidad Seton Hall Margarita Balmaceda cree que Europa puede compensar «en gran medida» el suministro pero con alternativas que dispararían los precios de la energía.

Delante de un posible corte de suministro de gas ruso, un escenario que tanto Tagliapietra como Balmaceda ven hoy por hoy poco probable, una de las opciones que la Unión Europea está trabajando es en el incremento de la importación de gas natural licuado. Parael experto de Bruegel, sin embargo, es «imposible» poder sustituir el gas ruso con esta fuente alternativa.

«El mercado actual es muy reducido y no hay producción adicional disponible porque el sistema ya está a pleno rendimiento», dice Tagliapietra, que apunta que pedir aumentar las importaciones de otros suministradores como Catar o Noruega «no resolvería el problema». «Puede contribuir a suavizar el problema a corto plazo», dice el experto de Bruegel, «pero no podremos pasar otro invierno sólo con gas natural licuado».

Además, la profesora de la Universidad Seton Hall advierte que importar gas natural licuado es más caro que el gas que llega por gasoducto, cosa que aumentaría el precio de la energía. «El gas se tiene que enfriar para convertirlo en líquido, ponerlo en un barco, transportarlo y que volver a calentarlo cuando llega. Y mientras no se utiliza se tiene que mantener frío. Eso es mucho dinero», explica.

Además, tanto Tagliapietra como Balmaceda alertan de que, porsu forma de transporte, es más fácil que a los suministradores de gas natural licuado lo destinan «allí donde se paga más». «Europa tiene opciones, pero tendrán un efecto en los precios», dice Balmaceda. Además, Tagliapietra advierte que incrementar la importación de gas natural licuado en Europa, si no se puede aumentar la producción, implicaría que otros países del mundo renunciaran, cosa que ve poco probable.

Una de las opciones que se ha puesto sobre la mesa para garantizar las provisiones de gas a todos los países de la Unión Europea en el peor de los escenarios es que los países menos dependientes del gas ruso, como por ejemplo España, compartan suministro con los que lo son más. Ahora bien, ambos expertos alertan que la infraestructura actual no está preparada para que los estados compartan un volumen de gas suficiente como para compensar un posible cortede gas ruso.

La profesora de la Universidad Seton Hall cree que la infraestructura actual permitiría «cubrir un nivel mínimo de las necesidades» y el experto de Bruegel coincide en que las conexiones entre países son «demasiado pequeñas» para cubrir la demanda. «Hay un embudo en la infraestructura», remarca Tagliapietra.

Consecuencias económicas

Aparte de las consecuencias directas con respecto al suministro, Balmaceda y Tagliapietra alertan del impacto para la economía europea de un posible corte o reducción en la llegada de gas ruso. «Recortar el suministro en la industria tendría un alto coste económico y podría golpear la recuperación», dice el experto de Bruegel, que subraya el impacto en la inflación de la crisis.

A nivel de los hogares, la profesora de la Universidad Seton Hall asegura la crisis del gas se traduciría en facturas más elevadas no sólo del gas, sino también de la electricidad en caso que se produzca principalmente a través de este fuente. También puede aumentar el precio de la gasolina porque algunas industrias que ahora utilizan gas lo podrían sustituir por petróleo, cosa que haría aumentar su precio.

El paso del gas es estratégico para Ucrania

El gas ha adquirido un papel central en la crisis en Ucrania, dice Balmaceda, no sólo con respecto al suministro, sino también porque los diferentes actores lo están utilizando para «posicionar» en las negociaciones. «Incluso antes de que Rusia pueda invadir de nuevo Ucrania, la cuestión de la energía ya está afectando como los actores posicionan y llevanla conversación entre ellos», indica.

En este sentido, la profesora de la Universidad Seton Hall apunta al gasoducto Nord Stream 2, ya construido pero todavía pendiente de autorización, como elemento clave para Ucrania. Argumenta que si este gasoducto, que lleva gas ruso a Alemania porel marco Báltico, es decir, sin pasar por Ucrania, se deja a este último «todavía más al azar de las intenciones rusas».

«Eltráfico de gas natural a través de Ucrania es uno seguro que tiene el país para no estar sola anteRusia», dice Balmaceda.

El Norte Stream 2 ya está recién construido, pero Alemania todavía no lo ha autorizado. Después de reunirse con el canciller alemán, Olaf Scholz, en Washington y en una rueda de prensa conjunta, el presidente de los Estados Unidos,Joe Biden, amenazó Rusia con no autorizar el proyecto si atacaba Ucrania.

A pesar de la amenaza de Biden, son las autoridades alemanas las que tienen que dar o no luz verde al proyecto y Scholz no ha confirmado explícitamente este veto en caso de ataque. Todo eso, en un momento en que los Estados Unidos buscan mejorar la relación con Alemania, muy deteriorada durante la administración de Donald Trump.

¿Un corte del gas ruso, un escenario probable?

Aunque la Unión Europea prepara alternativas porsi hay una disrupción en la llegada de gas ruso, ni Balmaceda ni Tagliapietra ven probable el escenario de un corte de suministro. «Veo un escenario bastante positivo en que la situación se pueda resolver y no hará falta hacer operativos los planesde contingencia», dice el experto de Bruegel, que también dice que no se puede descartar completamente ningún escenario.

La profesora de la Universidad Seton Hall coincide con esta visión porque Rusia tiene que hacer alguna cosa con el gas que produce, ya sea almacenarlo, exportarlo o trasladarlo a otro lugar. «Rusia tiene opciones, pero no tantas», dice. Una opción, dice al experto de Bruegel, también sería que Rusia dejara de producir gas natural. Esta opción tendría un coste importante en sus ingresos, pero considera que el país lo puede asumir.

ParaBalmaceda, hay otro elemento «esencial» que lo inclina para descartar un corte total de suministro. Gazprom, dice, siempre se ha esforzado por mostrarse como un «proveedor respetable y confiable», incluso en los momentos geopolíticos más tensos. «No les conviene cortar totalmente el suministro. Tendría un coste de reputación muy elevado», observación.

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