Policial
La Policía Nacional detiene a diez falsos hackers por estafar a cerca de 400 personas que habían contratado sus servicios
Los agentes han practicado registros en Barcelona, Girona, Zaragoza, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria
Más de 12.000 anuncios
Los investigadores han analizado más de 12.000 anuncios de publicidad engañosa. Los arrestados publicaban anuncios en internet en los cuales ofrecían sus servicios para espiar perfiles de redes sociales o WhatsApp en tiempo real, eliminar deudas pendientes con la Agencia Tributaria, multas de la DGT o cambiar notas en servidores de universidades. Una vez habían contratado los servicios de los supuestos hackers, las víctimas eran extorsionadas bajo amenaza de revelar el trabajo que habían encargado o bien datos sensibles de carácter íntimo.
La investigación es fruto del ciberpatrullaje activo hecho a redes sociales y otras fuentes abiertas de información en internet. Los agentes especializados detectaron un auge de anuncios en que se ofrecían servicios informáticos como espiar perfiles en las redes o eliminar datos de servidores de diferentes administraciones.
Las gestiones hechas por la policía permitieron identificar más de 12.000 anuncios y, asociados a estas, más de 40 números de teléfono, 200 cuentas de correo electrónico y casi 1.300 direcciones IP. Del análisis exhaustivo hecho, se pudieron detectar cinco focos diferenciados de participación en los hechos y se iniciaron cinco investigaciones independientes con un nexo común, el mismo 'modus operandi'.
Básicamente, los arrestados captaban a los clientes a través de anuncios y les exigían el pago por avanzado del importe pactado completo o parcial. Además, bajo el pretexto de cumplir con el encargo, los supuestos hackers pedían datos sensibles, de lo mismo interesado o de la persona que se pretendía espiar.
Una vez se había enviado la cuantía pactada, el contacto se interrumpía de forma abrupta, pero continuaba si la víctima quería espiar las redes sociales o la mensajería de otra persona o bien solicitaba un servicio de dudosa legalidad. En estos casos, el estafador exigía nuevas cantidades de dinero bajo la amenaza de revelar el trabajo encomendado y les mostraban capturas de pantalla de conversaciones mantenidas.
Aunque las víctimas abonaran las cuantías exigidas, los detenidos seguían pidiendo nuevos pagos. Una vez la víctima se negaba, los falsos hackers cumplían con la amenaza y contactaban con la parte que tenía que ser espiada. Incluso les exigían dinero a cambio de conocer la información completa.
341.000 euros en beneficios
En total se detectaron 21 cuentas bancarias utilizadas por los estafadores para recibir el dinero. De los movimientos hechos se ha podido identificar a 430 víctimas y cuantificar el lucro derivado de la actividad en 341.000 euros.