Sucesos
Dos detenidos en Barcelona para vender objetos robados a través de una aplicación móvil de compra y venta de segunda mano
Los Mossos localizan 800 cámaras de vídeo vigilancia, ordenadores, tablets y móviles robados
Agentes de los Mossos d'Esquadra de la Unidad de Investigación de la comisaría de Sant Andreu detuvieron el martes pasado a dos personas, de nacionalidad marroquí y de 39 y 28 años de edad, que se dedicaban a vender, de forma continuada objetos presuntamente robados mediante una aplicación móvil de compra y venta de segunda mano. Según informa la policía catalana a través de un comunicado, se ha localizado en un almacén y en un domicilio de la Zona Franca 800 cámaras de vídeo vigilancia, ordenadores, tabletes, móviles, bolsos de mano, relojes de lujo y joyas que constaban como robados. Los dos detenidos pasaron a disposición judicial el viernes y han quedado en libertad con cargos.
Según los Mossos, los detenidos utilizaban el almacén como punto de venta de los objetos que venían a través de internet. Los compradores acudían, siguiendo las instrucciones recibidas en su móvil, y allí los entregaban los objetos que habían comprado.
La investigación se inició a mediados de febrero de este año a raíz de unos robos con fuerza en tres empresas ubicadas en el polígono industrial del Besós, donde los autores de los hechos se llevaron varios equipos informáticos que, posteriormente, pusieron en venta por internet.
La investigación, que ha seguido abierta desde entonces, ha culminado con dos entradas, efectuadas por orden judicial, a un domicilio particular y a un almacén de la Zona Franca. Durante el cacheo se han localizado y recogido varios efectos susceptibles de haber sido adquiridos de forma ilícita y se han detenido los dos responsables.
A mediados de mayo, agentes de la Unidad de Investigación de Sant Andreu observaron una furgoneta con las puertas abiertas, estacionada en la vía pública, llena de cajas amontonadas en su interior. La furgoneta estaba a nombre de una persona, que ya había sido detenido anteriormente por vender teléfonos móviles robados.
Los investigadores hicieron una búsqueda de los productos vendidos por esta persona mediante aplicaciones móviles de compra y venta de segunda mano y observaron que el nivel de ventas era muy superior al habitual en un usuario particular. Tenía más de 40 anuncios de productos en venta a un precio por debajo del ofrecido en el mercado. También se observó que había vendido en el pasado hasta 37 teléfonos móviles.
La investigación concluyó que se utilizaba la furgoneta para llevar el material robado en un almacén de la Zona Franca, en donde había siempre otra persona custodiándolo, y desde donde se efectuaba también la venta. Los compradores llegaban delante del almacén, siguiendo las instrucciones recibidas en su móvil, llamaban por teléfono, salía del local una persona levantando la persiana, se saludaban y a continuación accedían al interior del establecimiento. Pasado un rato, el comprador salía del local con un paquete o caja bajo el brazo.
En el domicilio se han localizado varios productos de robos y de receptación, ocho teléfonos móviles, seis tabletes, doce relojes y cinco bolsos de mano de alta gama, ropa de varios tipos, joyas y 600 euros en metálico.
En el local, que no sólo utilizaban para esconder los objetos sustraídos sino que vivía allí uno de los detenidos custodiándolos, se han localizado dos ordenadores, dos teléfonos móviles y 800 cámaras de vídeo vigilancia de varias marcas, con sus centralitas de almacenar imágenes, mandos a distancia y transformadores.