Sociedad
Intervienen 37 gatos y un conejo a una persona con el trastorno psiquiátrico del síndrome de Noé
La persona se negaba a esterilizar a los animales, lo que comportaba una cría incontrolada reiterada

Enseña a «hablar» a su gato y este le pide que apague la música
El perfil de las personas que sufren el síndrome de Noé es el de una mujer de entre 50 y 70 años. Habitualmente se niegan a recibir apoyo sociosanitario y los animales sufren enfermedades congénitas, parasitarias, de cría no controlada y problemas de socialización, aunque no están desatendidos en la alimentación. Lo último que hacen sus tenedores es dejar de alimentarlos a pesar del esfuerzo económico que eso supone.
Las viviendas suelen apestar mucho por las defecaciones de los animales, y estaes la forma de detectar casos de acumulación.