Un geriátrico pidió autorización para que los residentes murieran en el centro
De los 69 muertos, 9 lo hicieron en el hospital y, los 60 restantes, en el centro
Seis muertos por coronavirus en una residencia de abuelos de Capellades
La residencia DomusVi Mirasierra solicitó autorización a las familias para que los ancianos murieran en el centro en las «mejores condiciones posibles» ante la imposibilidad de hacer traslados hospitalarios por la saturación generada por la crisis del coronavirus.
En una inspección realizada por la Policía Municipal de Madrid el pasado 23 de abril, los agentes certificaron que de los 69 residentes del centro fallecidos, 9 murieron en el hospital mientras que 60 perdieron la vida en la residencia «provocado por la no admisión de derivaciones de dichos pacientes en el hospital de referencia», según desvela este martes infoLibre.
La directora del centro dijo a los agentes municipales que «tuvo acumulación de fallecidos en el centro» y en su informe advierten de que en la residencia hay algún trabajador «sin el equipo necesario» con el «consiguiente riesgo de contagio».
En el acta, los policías recogen que la directora se «derrumba en varias ocasiones» manifestando que necesita «apoyo psicológico» y expresa el «absoluto abandono» que han sufrido por parte de las instituciones.
Fuentes de la empresa DomuVi explican que cuando el final de una vida es «irreversible» la dirección del centro siempre ha comunicado a las familias la situación y ha pedido su autorización para que el anciano fallezca en las «mejores condiciones posibles en la residencia».
No obstante, subrayan que este es un procedimiento habitual y anterior a la aparición del coronavirus y la crisis sanitaria.
Esta circunstancia se dio con seis residentes del centro en Mirasierra, a los cuales los familiares autorizaron su no desplazamiento.
Sin embargo, en los otros 54 fallecidos «se llamó reiteradamente a los servicios sanitarios» para atenderles hospitalariamente y ante la situación de emergencia sanitaria y la saturación de las UCIS «no fue posible el traslado».
La empresa ha lamentado «profundamente» estos fallecimientos y recalca que «en muchos momentos de la crisis» sintieron «impotencia» ante las dificultades para trasladar a sus mayores a los hospitales correspondientes.