Diari Més

Salud

La pandemia evidencia la falta de recursos del sistema sanitario catalán

La situación actual comportará en un futuro próximo «un empeoramiento del estado de salud»

Una profesional sanitaria del Hospital Clínico se prepara para atender a un paciente con covid-19, en uno de los bloques quirúrgicos habilitado como UCI

Cataluña llega a las 3.148 muertes por coronavirus con 107 nuevas defunciones en las últimas 24 horasACN

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El Consell Assessor de Salut de la Generalitat considera que la crisis del coronavirus ha puesto de manifiesto la «fragilidad» y la «poca financiación» del sistema sanitario catalán. En opinión de este organismo consultivo, a raíz de la pandemia se ha evidenciado que «hay reformas del sistema de salud y bienestar que hace años que esperan y que ya no pueden esperar más». Aparte de la necesidad de más recursos, también subraya que hace falta transformar el sistema de atención a las necesidades sociales y sanitarias y reforzar el ámbito de la salud pública y el de la atención primaria y comunitaria. El Consell también critica las «deficiencias» del sistema a la hora de prever el impacto de la covid-19 tanto en la red de salud como en la de residencias.
En un primer informe sobre el impacto de la pandemia al sistema sanitario catalán, el Consell Assessor de Salut opina que «globalmente», el aprendizaje de los «errores» recae en el hecho de «haber infravalorado inicialmente los brotes, posteriormente la epidemia y, finalmente, la pandemia». Y subraya, en este sentido, que los organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), los estados y las organizaciones científicas y académicas «se enfrentaban a una enfermedad no conocida y, por lo tanto, imprevisible».

En el ámbito concreto del sistema sanitario catalán, el Consejo constata «deficiencias en el análisis y la previsión de la importancia de la pandemia con poca coordinación entre los servicios de protección de la salud, la capacidad de respuesta de la red territorial y municipal de salud pública y el sistema asistencial de salud».

Además ha detectado una «falta de previsión de la afectación de la covid-19 en el sistema de residencias de personas mayores y de personas con discapacidad, con el fin de prevenir contagios y dotar a estos centros de recursos para hacer frente».

Aparte, subraya que el impacto de la crisis en el sistema de salud pública «ha obligado a volcar todos los esfuerzos» en el control de la pandemia. Eso ha retrasado el tratamiento de prácticamente el resto de enfermedades, hecho que comportará en un futuro próximo «un empeoramiento del estado de salud y, posiblemente, de las condiciones de vida de las personas que han visto demorada su atención».

Otras carencias detectadas son la ausencia de protocolos y pautas rigurosas, como también de consenso, sobre todo supraterritorialmente, para hacer frente a la priorización de recursos, «cuando estos son limitados y tendrían que llegar de manera equitativa a todo el mundo que lo necesitara», y a la atención al proceso de final de la vida.

También ha detectado carencias «importantes» para la salud pública, como la falta de disponibilidad de las pruebas para diagnosticar la enfermedad y de los equipos de protección individual (EPI).

En su análisis el Consell considera, sin embargo, que la crisis también ha puesto de manifiesto la «bondad» de un sistema sanitario de acceso universal y «la importancia de la intervención pública de la gestión de recursos del conjunto del sistema».

También considera fortalezas la capacidad de adaptación y flexibilización del sistema ante las crisis, en concreto la reorganización de los centros sanitarios de todo el territorio para hacer frente a la pandemia, el incremento de camas para cuidados intensivos o la transformación de equipamientos diversos en hospitales de campaña.

Otra cuestión que analiza el Consell Assessor es la respuesta del sistema al proceso de final de vida, que la pandemia también ha puesto sobre la mesa. En este sentido, opina que ha sido «necesario y útil escribir y diseñar criterios de priorización», dado que en multitud de ocasiones ha habido que decidir «quién podría tener más opciones de sobrevivir y quien no, por duro que parezca». En todo caso, el Consell subraya que «en la práctica estas decisiones han sido minoritarias, seguramente por el hecho de haberse procurado recursos suficientes para soportar los picos de la crisis».

Con todo, también opina que «se ha generado una inquietud innecesaria» a la ciudadanía ante el posible planteamiento de establecer determinados criterios «casi como prioritarios, como podría ser la edad de la persona». Estos planteamientos «han generado una alarma social, totalmente evitable, entre la población mayor y más vulnerable».

Finalmente, el informe del Consell Assessor de Salut también tiene un recuerdo para los profesionales sanitarios. «Es un deber ético y de responsabilidad la gratitud hacia los profesionales, haciendo un retorno de su esfuerzo de la forma más eficiente también por el sistema», afirma.

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