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Las mujeres presentan más ansiedad social que los hombres ante del coronavirus, según un estudio de la UdL

La Cátedra de Innovación Social de Universidad de Lleida ha llevado a término una encuesta telemática a 550 personas

Plano cerrado de una cliente que lleva mascarilla saliendo de un supermercado en Barcelona.

Las mujeres presentan más ansiedad social que los hombres delante del coronavirus, según un estudio de la UdLACN

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Las mujeres presentan más ansiedad social que los hombres ante la covid-19, aunque los niveles sean leves hoy por hoy, según señala un estudio realizado por la Cátedra de Innovación Social de la UdL a partir de 550 encuestas anónimas recogidas entre el 13 y el 20 de marzo, la primera semana de confinamiento por la pandemia. La encuesta constata que esta angustia social es «significativamente más elevada en la población femenina» (3,6 sobre 5) que en la masculina (2,9), lo cual «evidencia una preocupación más importante por parte de este colectivo». Entre otros factores, tendría que ver «con un mayor grado de responsabilidad social de las mujeres en general», como demuestran otros estudios, según el director de la Cátedra, Carles Alsinet.
A pesar de este nivel de ansiedad es más elevado en las mujeres, estas «no manifiestan querer evitar situaciones de interacción social si se compara con los hombres, ya que son más conscientes de las medidas a tomar», según el equipo de la Cátedra responsable de la encuesta, integrado por Ana Blasco, Claudia Tejada, Cristina Torrelles y Carles Alsinet. En este sentido, «los hombres tienden a creer, más que las mujeres, que las medidas de seguridad ya son adecuadas y proporcionadas, aspecto que puede determinar niveles más bajos de angustia».

Con respecto al grado de amenaza al contagio que provoca el coronavirus, la población femenina también manifiesta un nivel de emociones negativas (las relacionadas con el afecto negativo que nos provoca malestar, miedo, inhibición, inseguridad, frustración y fracaso), superior al de la masculina. Mientras que en ellas se sitúa en el 2,8 sobre 5, ellos presentan a un 2,5 sobre 5.

En cuanto a la población más joven, de entre 18 y 30 años, presentan una situación de efecto positivo (entendido como energía o motivación) superior a la población de 31 a 65 años. Uno 3,8 sobre 5 delante del 2,3 sobre 5, respecto de los mayores, que perciben esta situación con más malestar. Eso respondería, en parte, «al papel de las redes sociales que ayudan a relacionarse y que les imponen retos», señala Alsinet.

En relación con la esperanza hacia el futuro, entendida a cómo esperan que la situación actual acabará desarrollándose y como nuestras expectativas se pueden ver influenciadas por lo que están oyendo, en el momento de la recogida de datos, esta situación no afectó a los niveles de esperanza, que se sitúan en el 6 sobre 8. El equipo investigador ha observado que la sensación de sentirse informado «se vincula con tener más esperanza en el futuro», más concretamente, «con los mecanismos y estrategias que las personas creen que llevarán a resolver esta situación». Alsinet, sin embargo, augura que estos niveles «irán empeorando con el paso de los días».

El estudio también hace referencia al hecho de sentirse informado sobre el coronavirus. Un 60% de las personas participantes en la encuesta manifiesta que tiene un alto grado de información, y lo puntúa por término medio con un 7 en una escala de 10, mientras que un 20% cree que es bajo. Cabe sin embargo, lo puntúa con un 9, un 10 o un 0. En cuanto a la valoración de las medidas que se estaban tomando en aquel momento, no se consideraban las «adecuadas» y los encuestados las han valorado con un 5 sobre 10.

En general, «las personas más mayores de 30 años tienden a creer que la situación actual es una amenaza más grave en comparación con las personas más jóvenes». «Esta percepción de amenaza parece llevar a las personas más mayores a mantenerse, desde su punto de vista, más informadas», apuntan a los investigadores. La sensación de amenaza para los encuestados en el momento de responder al cuestionario se situaba en un 6,5 sobre 10.

Al medir la satisfacción en diferentes dominios de la vida de las personas que han respondido la encuesta, la Cátedra de Innovación Social de la UdL ha observado que aquellas que presentan niveles más óptimos (6 sobre 7) son las que manifiestan tener más información en relación a la situación que estamos viviendo. «El hecho de estar más informado también disminuye los niveles de fobia social», mientras que «para las personas que piensan que la covid-19 es una amenaza social tienen una tendencia más elevada que los llevaría a temer determinadas situaciones sociales y prevenirse, pero no necesariamente a evitarlas en todas las ocasiones», añaden.

El equipo de la Cátedra considera que las medidas que se toman con respecto a la comunicación y divulgación de información son «muy importantes en el bienestar de las personas en situaciones de incertidumbre como el actual», pero que a pesar de la incertidumbre esta es también una oportunidad para aprender a vivir la vida de una forma diferente y afrontar un escenario donde poder aportar alguna cosa. Los investigadores ponen de relieve que estos días se han visto momentos de «altruismo y generosidad», experiencias que «llevan a sentirse unidos como comunidad conuna causa común», hecho que «ayuda a poder adaptarse y darle sentido en todo lo que está pasando». En este sentido, confían en que esta crisis sanitaria «contribuya a crecer como personas, como familias y como sociedad».

El estudio 'Impacte psicosocial del coronavirus' de la Cátedra de Innovación Social de la UdL ha sido realizado con el objetivo de valorar la repercusión de la pandemia en el momento de llevarse a cabo las primeras medidas de confinamiento por parte de las autoridades. En total han sido 550 encuestas validadas, un 65% mujeres y 35% hombres, entre 18 y 65 años. Un 63% residen en Cataluña y un 37% en el resto de le'stat español. Con respecto a las edades, el 52% tienen entre 18 y 30 años y el resto, el 48%, entre 30 y 65 años.

El estudio ha analizado escalas psicométricas validadas de fobia social (Social Ansiety), emociones positivas y negativas (SPANE), satisfacción con la vida (PWI) y esperanza hacia el futuro (HOPE Scale). El cuestionario de recogía un total de 40 preguntas de cariz cuantitativo y las encuestas han sido validadas a partir del programa Statistical Package for the Social Sciences (SPSS).

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