La defensa de Forcadell denuncia que se ha «exagerado» su conducta y que se la juzga «por quien es y no por lo que ha hecho»

La abogada de Carme Forcadell, Olga Arderiu, ha denunciado que ha habido una «exageración y magnificación» de la conducta de la expresidenta del Parlament y que se lo está juzgando «por quien es y no por lo que ha hecho». Arderiu ha defendido las actuaciones de su cliente cuando estuvo al frente de la cámara catalana, siguiendo el reglamento y amparándose en el marco de la «inviolabilidad parlamentaria», que «no es una excusa para cometer delitos», sino una «protección de la actuación libre de la cámara sin injerencias de otras instituciones». También ha cargado contra la fiscalía por la «invención» de la existencia de una «violencia normativa» y ha negado que actuara de forma concertada con el Govern. «¿Si en 50.000 folios de causa y 50 sesiones no se acreditan reuniones, ni whatsapps ni correos con el Govern ni con las entidades como se concierta, por telepatía?», se ha preguntado. Arderiu ha denunciado la «diferencia» entre su cliente, juzgada por rebelión en el Supremo y haciendo frente a pena de 17 años de prisión, con el resto de miembros de la Mesa, que serán juzgados por desobediencia en el TSJC.

«Se ha intentado por parte de las acusaciones exagerar la actuación de Forcadell, ha aparecido en lugares donde no ha estado, ha hablado en lugares donde no ha hablado, se han inventado tuits y se han mutilado declaraciones que no ha hecho», ha dicho Arderiu en el inicio de su informe final en defensa de Forcadell, y que ha calificado de una actuación «absolutamente impropia» por parte del ministerio público.

La fiscalía «mutila» discursos

En este sentido, ha dicho que las acusaciones «mutilan» el discurso que pronunció Forcadell el 21 de septiembre delante del TSJC. Y que «olvidan» partes que serían de «descargo» dónde la expresidenta dice que no caerían en provocaciones y que Cataluña es «un pueblo pacífico». Y Arderiu ha remarcado que, después de este discurso, no fue otra declaración más. «No ha apelado nunca a la violencia y no se nos puede decir que su papel fundamental es la creación de la apariencia de legalidad, como dijo la abogada del Estado», ha subrayado Arderiu, que recuerda que fue la Mesa quien incluyó el debate de las leyes y el Parlament quien las votó, para ser suspendidas al día siguiente por el TC.

«Todo el mundo sabía que el referéndum estaba suspendido, con luces y taquígrafos», ha dicho Arderiu, que considera que Forcadell tampoco podía prever que habría violencia» por ser «contraria a la ideología del independentismo». Y lo ha comparado con el 9-N. «La gente no pensaba que la policía vendría a actuar sino a investigar, a buscar urnas y papeletas», ha añadido. La letrada también ha reivindicado que Forcadell es «absolutamente pacifista».

«¿Una actuación concertada, por telepatía?»

La letrada también ha analizado las actuaciones de Forcadell fuera del Parlament y ha dicho que se «corrobora» que no participó en la toma de decisiones ni fue «promotora» de la rebelión, como considera la fiscalía. Y ha dicho que a la prueba la fiscalía «ha mentido» y ha intentado «involucrar» Forcadell en actos donde no estuvo. Se ha referido a la declaración de la secretaria de la administración de justicia que dijo que el día 20-S la oyó hablar por el megáfono y otro testigo de que dice que pasó por Exteriors y la expresidenta del Parlament «sacó la mano para agitar la masa». «No hay la más mínima prueba de eso», ha afirmado, aunque cree que la fiscalía se coge a ello para mantener la acusación.

Por todo ello, ha negado también que hubiera ninguna «actuación concertada» con el Govern y las entidades sociales. «¿Si en 50.000 folios de causa y 50 sesiones de juicio no se acreditan ni reuniones, ni whatsapp ni correos electrónicos con el Govern y las entidades, como se concierta? ¿Por telepatía»?, se ha preguntado. Y ha insistido en el hecho que Forcadell no formaba parte del Govern y, por lo tanto, «ni promovió ni organizó el referéndum».

«De conformidad con el reglamento»

En su informe, Arderiu ha defendido las decisiones tomadas por Forcadell al frente de la Mesa del Parlament. De hecho, ha negado diferencias entre lo que hizo su cliente y el resto de los miembros de este organismo –que a diferencia de Forcadell serán juzgados en el TSJC sólo por desobediencia-, y ha asegurado que actuaron «de conformidad con el reglamento del Parlament en todo momento, respetando los derechos fundamentales de los diputados y amparados en la inviolabilidad parlamentaria».

La abogada ha argumentado que la inviolabilidad parlamentaria «no es una excusa para cometer delitos», sino que está prevista en la Constitución y el Estatuto como una «garantía de preservación del ámbito parlamentario, proteger el principio de autonomía y la actuación libre e independiente de la cámara de injerencias de otras instituciones».

«Criminalización» de la Mesa

Arderiu también ha asegurado que los debates en el Parlament sobre la independencia se permitieron hasta que hubo «una mayoría suficiente para poder hacerla efectiva». «Entonces se empieza a criminalizar la Mesa del Parlament», ha dicho, con actuaciones por parte de un Tribunal Constitucional «politizado». En este sentido, ha recordado que el expresidente del tribunal Francisco Pérez de los Cobos fue «militante del PP».

«Juzgada por quien es»

Arderiu ha contrastado la afirmación de la fiscalía que no se juzga ningún acusado por su ideología ni por los programas políticos con el hecho de que entre los documentos «claves» hay hojas de ruta de la ANC y o el programa de JxSí. «También nos dicen que se juzga por los hechos, no por el cargo», hecho que ha asegurado que no es el caso de Forcadell. En este sentido, ha puesto de manifiesto que Forcadell es la única acusada en qué, en los escritos de acusación, se hace referencia a un cargo anterior al del año 2017, ya que aparece que el 2015 «era presidenta de la ANC», que la fiscalía ha calificado de «figura emblemática» y «no lo explica», o que tiene una petición de pena de prisión mayor que otras acusaciones acusados también de malversación.

La abogada ha reclamado «no confundir el Parlament con Forcadell, ni Forcadell con el Parlament», defendiendo que «no es responsable de las actividades de los grupos», que son los que tienen «la iniciativa legislativa y los que deciden qué se debate, cuando y como» a través de la Junta de Portavoces.

La «invención» de la «violencia normativa»

También ha cargado contra la fiscalía después de que Fidel Cadena, en su informe final, afirmara que hubo una «violencia normativa». «Si han explicado mis compañeros que es imposible encajar los hechos en la violencia física o intimidatoria, ya no digo nada de la invención de la violencia normativa, que no esté ni al código penal», ha asegurado, reprochando que lo argumente aquellos que «se erigen como garantes de la legalidad».

Y ha calificado «curioso e imposible para el tipo penal» que la fiscalía situaran «el alzamiento» el día de la aprobación en el Parlament de la resolución del 9 de noviembre del 2015, mientras sitúan la «violencia diferida» en el otoño del 2017. Arderiu ha remarcado que se presentó una querella contra esta resolución, pero que no se admitió a trámite por parte del TSJC.

Petición de libertad

Al final del informe, la letrada ha explicado que ya ha registrado un escrito pidiendo la libertad inmediata de Forcadell porque «no ha participado en ningún delito». «Lleva 446 días en prisión y no subsiste ninguna finalidad para mantenerla privada de libertad, ha colaborado en todo momento y existen medios menos pesados», ha apuntado al tribunal.

Arderiu también ha recordado que hay un manifiesto firmado por 614 parlamentarios de 49 cámaras diferentes que piden la liberación de Forcadell. Y ha leído un fragmento: «La acusación contra ella afecta a los fundamentos democráticos de todo sistema parlamentario, una democracia no puede censurar debates políticos en el Parlament, el libre debate de las ideas constituye la esencia de la política parlamentaria».