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Descartan que un foco ambiental provocara la infección de dos bebés que murieron en Vall d'Hebron

Lo más probable es que la transmisión de la bacteria 'Klebsiella pneumoniae' fuera cruzada por la manipulación de objetos o de pacientes

Una ambulancia en marcha pasa por delante de la entrada principal del Hospital de la Vall d'Hebron de Barcelona.

Una ambulancia en marcha pasa por delante de la entrada principal del Hospital de la Vall d'Hebron de Barcelona.ACN

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Los análisis que el Hospital Vall d'Hebron ha realizado después de la muerte de dos bebés prematuros extremos en los últimos días han descartado que el origen de la bacteria Klebsiella pneumoniae BLEE se encontrara en un foco ambiental y concluyen que lo más probable es que se produjera por transmisión cruzada por la manipulación de pacientes o de objetos, según han informado fuentes del centro. Dos bebés que habían nacido a las 24 y a las 25 semanas de gestación y que presentaban previamente una enterocolitis, una enfermedad muy frecuente entre los prematuros que causa la inflamación del intestino, murieron al infectarse por esta bacteria el 22 y el 24 de abril. Ocho bebés más de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) Neonatal también tienen la bacteria, si bien el lunes pasado no presentaban síntomas de infección.

Vall d'Hebron pidió cultivos ambientales -del agua, superficies, líquidos antisépticos- para determinar que no hubiera un foco común contaminado por la bacteria, una posibilidad que ha quedado descartada después de los análisis epidemiológicos, cuyos resultados se han conocido este viernes.

La causa de circulación de una bacteria no suele ser un foco ambiental, sino la transmisión cruzada, según señalaron a la subdirectora asistencial de Vall d'Hebron, la doctora Rocío Cebrián, y la jefa del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología, la doctora Magda Campins, en una rueda de prensa para informar sobre la muerte de los dos bebés, lunes pasado.

El Hospital Vall d'Hebron atribuyó la muerte de los dos bebés a la extrema fragilidad por su prematuridad. Uno de estos niños prematuros había nacido a las 24 semanas de gestación, con 680 gramos de peso, y el otro, a las 25 semanas, y pesaba 485 gramos. La patología previa que tenían, la enterocolitis, facilita el paso de las bacterias a la circulación sanguínea y eso provoca la infección generalizada.

Los bebés que también son portadores de la bacteria se encuentran bajo vigilancia aislados de manera preventiva en un box. La doctora Campins aseguró que es habitual que pacientes ingresados tengan las bacterias propias del hospital.

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