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Se enfrenta a 11 años de prisión por agredir sexualmente a la cuidadora de su suegra

La víctima relata que en una ocasión el procesado entró en su habitación y le empezó a hacer tocamientos aprovechando que dormía

Imagen del acusado durante el juicio celebrado en la Audiencia de Girona.

Se enfrenta a 11 años de prisión para agredir sexualmente a la cuidadora de su suegraACN

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La Audiencia de Girona ha juzgado este martes a un hombre que se enfrenta a 11 años de prisión por agredir sexualmente a la cuidadora de su suegra en Vilafant (Alt Empordà). La fiscalía sostiene que el hombre aprovechó que su mujer estaba fuera unos días y, el 20 y el 21 de agosto del 2017, entró en la habitación de la víctima y le hizo tocamientos en reiteradas ocasiones.

La víctima empezó a trabajar para la familia el 10 de agosto del 2017, cuando la mujer del acusado la contrató para cuidar a su madre en Vilafant. La cuidadora vivía en la casa. Según ha detallado en el juicio, al principio todo fue normal pero el acusado empezó a mostrar una actitud diferente a medida que pasaban los días. Sobre todo cuando se acercaba un fin de semana durante el cual su mujer no estaría en casa porque tenía que viajar a Valencia.

Así, entre el 18 y el 21 de agosto la víctima se quedó en Vilafant con la mujer a quien cuidaba y el ahora acusado. El primer episodio de agresión sexual fue el día 20, hacia las siete de la mañana. Según ha detallado la víctima, el procesado entró en su habitación mientras ella dormía y le empezó a hacer tocamientos. Eso provocó que la mujer se despertara.

Según sostiene la fiscalía, aunque le exigió que parara y le dijo que podía ser «su hija», el hombre no le hizo caso y siguió abusando de ella hasta que finalmente desistió.

Al día siguiente, también a las siete de la mañana, el procesado volvió a entrar en su habitación y, de nuevo, aprovechando que dormía le empezó a bajar los pantalones. La víctima se despertó y lo empujó para intentar apartarlo pero no lo consiguió. En esta ocasión, indica la fiscal, el acusado le introdujo tantos los dedos como la lengua en la vagina.

Como consecuencia de esta segunda agresión, la mujer sufrió un eritema con dolor a la palpación, unas heridas compatibles con la acusación, según ha explicado la doctora que la atendió en el Trueta y que activó el protocolo en casos de agresión sexual.

El acusado se ha acogido a su derecho a no declarar y no ha respondido ninguna pregunta. La fiscalía lo acusa de un delito de agresión sexual sin penetración y de un delito de agresión sexual con la introducción de miembros corporales y solicita que lo condenen a 11 años de prisión, 15 años de libertad vigilada y que le prohíban acercarse a la víctima. En materia de responsabilidad, pide que indemnice a la víctima con 6.000 euros, un dinero que el procesado ya ha consignado.

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