Juzgan a un policía local acusado de simular una caída para cobrar una indemnización

El Juzgado de lo Penal 2 de Girona ha empezado a juzgar este martes a un agente de la Policía Local de Platja d'Aro, en el Baix Empordà, acusado de simular una caída en horario laboral y reclamar una indemnización. La fiscalía y la acusación particular, que representa el Ayuntamiento, piden 3 años de cárcel por un delito de estafa, una inhabilitación profesional por este mismo periodo y que retorne cerca de 2.600 euros, la cantidad que cobró de la mutua durante el tiempo que estuvo de baja.

El acusado presentó una demanda de reclamación patrimonial al Ayuntamiento en diciembre del 2013 por una supuesta caída. El accidente se habría producido cuando estaba de servicio, el 5 de julio de 2013 alrededor de las tres y cuarto de la tarde. Alegó que unas baldosas de la acera que estaban en mal estado lo hicieron caer y que acabó picando con el hombro contra un árbol. A raíz de las lesiones, fue al médico de la mutua y le hicieron la baja. La reclamación patrimonial la hizo inicialmente por 1.862 euros pero después la amplió a 6.185 euros.

Una de las pruebas clave son las imágenes que las cámaras de seguridad registraron del momento y donde no se ve que el agente caiga. Su defensa ha insistido al poner en duda la autenticidad de estas imágenes. En el banquillo de los acusados hay dos procesados más, que actuaron de testigos de la supuesta caída y aseguraron que lo habían presenciado. Durante el juicio, sin embargo, han negado haber visto nada y han asegurado que lo dijeron durante la fase de instrucción para «hacerle un favor»al policía. Los tres se conocen de ver el fútbol en el bar. El juicio se reanudará el jueves por la ausencia de un testigo.

El agente, que no ha respondido las preguntas de la acusación particular (representada por el abogado Carles Monguilod en nombre del consistorio), ha justificado esta ampliación diciendo que se lo pidió el responsable de Recursos Humanos del cuerpo cuando le dieron el alta. Y ha insistido en que «cobró sólo el sueldo estando de baja». Cuando se le ha preguntado por la caída, ha explicado que él no se fijó si lo había visto alguien porque sintió «vergüenza» de haberlo hecho yendo con el uniforme y que se levantó rápido. Y se ha defendido diciendo que, «si lo hubiera querido simular, lo habría hecho en otro sitio» porque sabía que en la comisaría había cámaras de vigilancia. También ha explicado que se hizo daño al hombro, que unos tres meses antes le habían operado. Al ver que el dolor iba además, fue a ver al médico.

La autenticidad de las imágenes

Una parte importante del juicio se ha centrado en las imágenes de las cámaras de vigilancia que hay en la entrada de la sede policial. Tanto el fiscal como la acusación particular defienden que son una pieza clave porque en ellas se ve como el agente entra sin que se obstaculice ni caiga, tal como asegura que pasó. Además, también han destacado que llama la atención que, un rato después, se ve cómo el agente sale y hace fotografías al suelo, justo en el punto donde alega que se produjo el accidente.

La defensa ha centrado los esfuerzos por poner en duda la autenticidad de las imágenes, alegando que se podrían haber manipulado o que no se corresponden con aquel día. El perito que han aportado al juicio ha dicho que no podía asegurar que aquellas imágenes fueran auténticas porque había dudas sobre la custodia de las imágenes y del momento en que se volcaron. Ahora bien, también ha admitido que tampoco había encontrado indicios de manipulación.

Por el contrario, el responsable de la base de datos de las cámaras de seguridad, un agente del cuerpo, que fue quien las volcó en un DVD y custodió, ha defendido que las imágenes son de aquel día porque las visionó justo al día siguiente. Y ha añadido que el aparato que las registra incluye un sistema d'encriptament que hace imposible manipular aspectos como la fecha y que se guardan de forma automatizada. También ha asegurado que nadie más podía tener acceso porque las guarda siempre en un cajón con llave de su despacho.

Una profecía que se cumplió

Otro detalle que se ha dado a conocer en el juicio es que el jefe de la Policía Local, junto con otros mandos, se habían reunido el 5 de julio del 2013 con el agente procesado por informarlo de un expediente sancionador contra él, que lo dejaba sin sueldo y trabajo por un periodo que no se ha especificado. Estuvo justo antes de la supuesta caída. El jefe del cuerpo ha explicado en el juicio que «nos llamó mucho la atención» el hecho de que el agente les preguntara «qué pasaría si aquel día tenía un accidente». Cuando supieron que al cabo de unas horas se había cogido la baja por la caída, todavía les pareció más «sospechoso».

Tampoco han quedado probadas las lesiones en que sufrió durante la supuesta caída. Uno de los médicos que lo atendió ha explicado que no se observaron daños. Sólo una inflamación en el hombro y problemas de movilidad que se podían atribuir a la operación a que había sido sometido unos meses antes. Tanto él como el traumatólogo, después de ver los resultados de las pruebas, decidieron que le podían dar el alta.