Diari Més

Tribuna

Carta abierta a Pablo Casado

Senador del PSC per Tarragona

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Luis Lucía (dirigente de la derecha regional valenciana en los años 30) era un hombre de valores conservadores y de derechas pero por encima de todo era un demócrata. Ante la sublevación fascista del 18 de julio de 1936 hizo público un comunicado en el que afirmaba: «como jefe de la Derecha Regional Valenciana y como español en esta hora grave levanto mi corazón por encima de las diferencias políticas para ponerme al lado de la autoridad que es, frente a la violencia y la rebelión, la encarnación de la democracia y de la patria.»

Este mensaje le costó una condena a muerte por el franquismo una vez acabada la guerra civil. Conmutada luego a 30 años de prisión, murió pocos años después en arresto domiciliario.

¿Qué quiero decir con todo esto? Que existe en este país una derecha conservadora y democratacristiana profundamente comprometida con los valores democráticos. Estoy convencido. Como en Europa, donde la señora Merkel ha establecido un cordón sanitario democrático contra la extrema derecha (tercera fuerza política del país).

El pasado viernes el rostro intolerante y fanático de esta extrema derecha se manifestó en el debate de candidatos a la comunidad de Madrid organizado por la cadena SER. El día antes se había hecho público un hecho gravísimo: el envío de cartas anónimas con amenazas de muerte explicitas al candidato de Podemos a las elecciones, al ministro del Interior y a la directora general de la Guardia Civil. Unas balas del subfusil CETME (arma reglamentaria del ejército, no al alcance de cualquiera de los mortales) acompañaba estas misivas que, repito, amenazaban de muerte directamente a estas personas y a sus familias.

Nadie con un mínimo sentido de la decencia puede pasar por alto o cuestionar unos hechos tan graves. Pues bien, la candidata de Vox se negó a condenar estas amenazas concretas más allá de una condena generalista «de toda la violencia». Primero lo banalizó para luego poner en duda la existencia misma de las cartas en cuestión. Parecía que solo le faltó unos minutos para acabar acusando a los amenazados de haber enviado las misivas ellos mismos... Más que leer lo que digo hay que ver (el video está en Internet) la actitud chulesca y prepotente de la candidata de la extrema derecha que acabó gritando «lárguese de España!» a un representante de la soberanía popular elegido por el pueblo en elecciones libres y democráticas. Después de cargar contra el resto de representantes políticos presentes y poseída por una especie de delirium tremens intolerante, acabó encarándose contra la periodista que mediaba el debate y acusar a los medios de comunicación de «establecer una dictadura». Tremendo. Estoy convencido que la mayoría de votantes del PP cuando escuchan y ven estas cosas sienten lo mismo que yo: rechazo a esta intransigencia fanática y reafirmación de los valores democráticos que no son patrimonio de la izquierda sino de todos los demócratas. No me dirijo a la señora Ayuso, porque más que la candidata de la democracia cristiana parece la candidata de Vox, pero sí que emplazo directamente al señor Casado. No puede alimentar o validar el discurso del odio. Quien crea que lo va a controlar se equivoca. Le aconsejo que visualice las imágenes del asalto que sufrió el Congreso de los Estados Unidos. Nadie puede ponerse de perfil cuando ciudadanos son amenazados de muerte con balas reales por sus opiniones políticas o por sus responsabilidades institucionales. No todo vale para conseguir el poder, señor Casado. Situado en un tránsito histórico infinitamente peor Luis Lucía demostró, desde la derecha, que la democracia es incompatible con el fascismo. Lo mismo hacen los liberales franceses (que se niegan a pactar con la extrema derecha francesa). Y lo mismo hacen los conservadores alemanes (que se niegan a pactar con la extrema derecha alemana).

Haga usted lo mismo. Rompa sus acuerdos y pactos con Vox, un partido que considera que la dictadura franquista era mejor que el gobierno democrático actual, elegido en elecciones libres por el pueblo español. Sea usted valiente y coherente con los valores democratacristianos que afirma representar. Su país se lo agradecerá.

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