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Tribuna

No tenim por¡ ¡No tenemos miedo!

Primer secretari de la JSC  del Camp de Tarragona

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«Después de animar a los grupos radicales, alentar un supuesto momentum y de dejar la respuesta de la sentencia del procés en manos de la calle (sic) esto se les ha ido de las manos» (a los dirigentes independentistas). Son palabras de un analista mediático pero lo puede compartir usted, amable lector/lectora, al margen de lo que piense sobre la situación política. En efecto, después de alimentar durante años el discurso de que vivimos «en una dictadura fascista», en un «Estado demofóbico que niega derechos y libertades básicas», –en una especie de reencarnación del Tercer Reich vaya–, ¿a alguien le puede sorprender que los grupos más radicalizados hayan actuado con la violencia desatada y el vandalismo irracional que estamos sufriendo estos días?

Después de casi dos días de ominoso silencio el señor Quim Torra, actual president de la Generalitat (y por lo tanto máximo responsable del orden público en Catalunya), se avino pasadas las doce de la noche del miércoles a hacer una rápida declaración de rechazo a la violencia (sin admitir preguntas de los periodistas)… solo después que el presidente Pedro Sánchez le emplazara directamente a ello tres horas antes en comparecencia pública. Según el señor Torra los responsables del caos que se ha vivido, por ejemplo, en pleno centro de Tarragona durante dos noches consecutivas (escribo estas líneas el jueves por la mañana) es obra de «infiltrados» en el movimiento independentista. ¿«Infiltrados»? ¿No ha leído el señor Torra los comunicados de los súper-democráticos CDR a los que el mismo animó en su día a «apretar»? No lee los emplazamientos que se hacen en los chats independentistas a «fer-nos ingovernables», «reventar-ho tot», «hem iniciat un camí sense retorn», etc. etc.

El comportamiento del señor Torra que, repito, es el president de la Generalitat clama al cielo y es de vergüenza ajena. Ayer mismo, después de una noche de caos y violencia en muchas ciudades catalanas, abandonó la Generalitat para participar en una de las marchas convocadas en las carreteras sin decir ni media palabra sobre todo lo que había acontecido la noche anterior.

Y el cinismo político con el que actúa su gobierno (Junts per Cat y ERC) tampoco se queda atrás. Por un lado dice «empalizar» con los manifestantes que ocupan el aeropuerto del Prat… para luego enviarles la policía. Aprueba resoluciones instando a la desobediencia institucional… pero luego dice que no puede «liberar a los presos» que están en cárceles catalanas que dependen de la Generalitat «porque la legalidad española no lo permite». Y así todo… Pero es que han entrado en un estado de pura irracionalidad política. Fijémonos en una sociedad como la catalana donde una quinta parte de la riqueza y de los puestos de trabajo vienen del sector turístico (en las comarcas de Tarragona es la cuarta parte). Pues bien, ¿que se promueve? La ocupación de la principal infraestructura de entrada de turistas como es el aeropuerto internacional del Prat. ¿Quien anima algo tan absurdo para la vitalidad de la economía catalana? Los mismos dirigentes de ERC… que son los responsables de economía en el gobierno del señor Torra. ¿Pero es que consideran de verdad que ocupar aeropuertos, cortar carreteras y líneas ferroviarias, y las lamentables imágenes de violencia en las calles ayudan en algo al turismo y al comercio en Catalunya? Ja n’hi ha prou!, que decimos en catalán. Ante estos hechos tan graves lo primero que queremos decir los y las socialistas catalanes es que no tenim por, no tenemos miedo de los violentos que quieren imponer el miedo en las calles. Ni nos asustan, ni nos atemorizan, ni nos amedrentan. El PSC seguirá defendiendo el diálogo político des de la ley, camino único de solución del desastre a los que nos han conducido unos dirigentes irresponsables. En segundo lugar queremos trasladar un mensaje de serenidad, confianza y tranquilidad al conjunto de la sociedad tarragonina y catalana, a todos vosotros y vosotras. El Gobierno de Pedro Sánchez garantiza las libertades, la seguridad y la convivencia en Catalunya. Los grupos violentos no conseguirán su propósito, ni nos sumirán en el caos que pretenden. ¡La actual ola de violencia no será la hora de Catalunya!

Finalmente, y ante el vergonzoso silencio del señor Torra, queremos reconocer la gran labor y coordinación de los cuerpos y fuerza de seguridad: Mossos, policía nacional y Guardia Civil, en defensa de las libertades de todos y todas y al servicio de la democracia.

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