La opacidad por bandera

El gobierno del Ayuntamiento de Cambrils superó todos los límites en el Pleno del pasado 23 de febrero, enviando a los concejales a casa tras suspender la sesión plenaria. La escena vivida en la casa de todos los cambrilenses es el ejemplo del viaje iniciado por el tripartito de ERC, Convergencia y PSC. Un viaje a ninguna parte. Y lo peor de todo es que quieren llevar con ellos a todos los ciudadanos de Cambrils.

La maniobra electoralista de la alcaldesa Camí Mendoza y sus concejales ha sido muy burda en este caso, y además no la han sabido gestionar. Como no tienen ninguna acción de gobierno que vender, se sacaron de la manga una inversión de tres millones de euros en diferentes actuaciones, algunas de ellas indudablemente necesarias. Sin embargo, de haberse afrontado cuando tocaba habrían sido mucho menos costosas.

Lo que debería ser una buena noticia para el municipio tiene truco. Primero porque ese dinero saldrá de un crédito, en la que sería la primera operación de endeudamiento desde 2011, y que por tanto, generará intereses incluso si se amortiza con remanente de tesorería (cosa que la ley permite desde 2011 si se destina a inversión sostenible).

Y segundo, porque no se nos ha informado debidamente. En la comisión informativa correspondiente advertimos de que faltaban explicaciones. Cuando se pidió información sobre los proyectos al concejal de Hacienda, Jaume Gila, solo obtuvimos la promesa de facilitarnos lo que faltaba por correo electrónico, y esta no se cumplió, provocando nuestra petición de retirar el punto. Y es que el destino de estos tres millones de euros no queda nada claro, ya que las inversiones se justifican como «reposición de vías públicas» o «adecuación de terrenos y obras», sin explicar que actuaciones se realizarán ni en que calles o terrenos. Estas no son maneras.

Desde el Partido Popular rechazamos las acusaciones de poner palos en las ruedas, vertidas por la alcaldesa y su concejal de Hacienda. No es nuestro estilo. Durante este mandato hemos hecho, hacemos y seguiremos haciendo una oposición responsable y alejada de la crítica sin argumentos. Buscamos lo mejor para el municipio y para nuestros vecinos, pero la gestión pública ha de ser transparente. Y en este caso, ha habido opacidad. Nos han acusado de haber provocado la suspensión del pleno, cuando fue el gobierno quien lo provocó por no haber informado debidamente y conforme al Reglamento Orgánico Municipal a todos los grupos municipales. De no ser así... ¿por qué se suspendió el Pleno?

Este no es el camino, señora alcaldesa. Vaya por delante que nos cuesta mucho confiar en quien rompe la neutralidad de las instituciones en beneficio de su ideología, pero en lo que se refiere a mejorar la ciudad y la calidad de vida de los cambrilenses siempre nos encontrarán. Eso sí, siempre y cuando se nos permita ejercer nuestra labor de fiscalización con todas las garantías.