Diari Més
Marta Gomis

Primera mujer en hacer bailar el Carrasclet

Fiestas Misericordia

Marta Gomis: «Esperamos que ahora que ya estamos nosotras las niñas pequeñas vean que es posible llevar a un gigante»

La primera mujer en hacer bailar el Carrasclet desea que su ejemplo o el de Noha Moussafir, primera aliguera, anime a otras chicas a levantar elementos del séquito festivo de Reus

Fotografía de Marta Gomis, primera en hacer bailar el Carrasclet.

Fotografía de Marta Gomis, primera en hacer bailar el Carrasclet.Tjerk van der Meulen

Miquel Llaberia

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¿Cómo acabaste dentro de la colla del Carrasclet?

«De pequeña siempre me había gustado mucho la Fiesta Mayor, pero para  como no había ningún referente femenino era inimaginable llevar el Carrasclet. Entonces, empecé diciendo a mi alrededor que me gustaría llevar el Carrasclet y, después de la Misericòrdia del año pasado, el padre de un amigo mío me dijo que conocía a unos que estaban dentro de la colla. Les preguntó y me dijeron que cuándo volvieran a ensayar para Sant Pere que fuera un día y probara. Yo me lo tomé cómo que era para quedar bien, pero llegó junio y me enviaron un mensaje de que fuera a probar al gigante un miércoles. Fui, lo probé, vi que podía levantarlo y ya está, en Sant Pere a bailar. Fue todo mucho más rápido de lo que me pensaba».

¿Alguna vez habías hecho bailar a un gigante?

«Que va, nunca. Hace muchos años cuando era muy pequeña fui con aquello de Aixeca el teu gegant, pero nada. He empezado fuerte».

¿Cuál fue tu primera sensación al levantarlo?

«Es muy difícil. No pesa tanto como la gente piensa, porque son ochenta kilos muy bien llevados. Lo que pasa es que el Carrasclet es muy alto y casi que es más difícil controlar la inercia del gigante que aguantar el peso. Entonces, al principio lo que trabajamos fue la estabilidad, aguantar al gigante y ya después dar vueltas y bailar con la música».

¿Estuviste entrenando mucho tiempo?

«Hice cinco ensayos y me planté en Sant Pere y no lo veía nada claro. Es muy gracioso porque yo no fui capaz de acabar el baile entero de una canción hasta el día que lo llevé por primera vez en Sant Pere. En los ensayos me cansaba y notaba que se me iba el gigante. Pero más de uno de la colla me decía que tenía que estar tranquila, porque el día que saliera lo haría bien y tengo una confianza al 300% en ellos».

¿Cuándo fue este primer baile?

«Eso fue el 23 de junio. Recuerdo que tenía la patata a mil por hora. De hecho, todavía me va cuando tengo que llevar al gigante. Yo estaba por allí, intentando pasar desapercibida, pero me dijeron que me tocaba y ya está. Muchos nervios, recuerdo que había mucha más gente de la que esperaba, pero mis compañeros estuvieron muy pendientes de . Me he sentido superacompañada y bienvenida».

¿Cuándo acabaste el primer baile, como te sentiste?

«¡Con muchísima vergüenza! ¡Fue superchulo, aunque me sigo poniendo nerviosa! Mi corazón me va a mil por hora, pero supongo que es bueno. Son nervios que tienes por el respeto hacia el gigante, respeto por aquello que vas a hacer y creo que es bueno que los tenga».

¿Alguna anécdota?

«Sí. Casi se me va una vez porque me animé. ¡Pero todo quedó en anécdota, lo salvamos! Creo que fue el último baile y fui con todo».

¿Qué es lo que más te costó del gigante?

Creo que lo más difícil que hay para aprender es el Paso de Procesión, porque tienes que ir frenando todo el rato al gigante. Tienes que estar frenando la inercia y haciendo girar hacia el otro lado al gigante que es muy alto, así que es mucha inercia. Y por ejemplo, yo giro mucho mejor hacia la izquierda, mientras que hacia la derecha me cuesta mucho. Pero también es el respeto que te hace lo que estás haciendo, porque estás llevando al gigante de la ciudad y lo quieres hacer bien. Quieres que los niños que lo vean disfruten del baile».

Has sido la primera mujer en hacer bailar el Carrasclet. ¿Por qué crees que hemos tenido que esperar tanto a que una mujer se haya animado a llevarlo?

Supongo que a veces no nos atrevemos porque damos por hecho que no puede ser. Yo siempre había querido, pero nunca me había atrevido a preguntar hasta ahora. Entonces, a todo aquel que quiera llevar cualquier elemento del séquito o cualquier cosa que pregunte. Yo no tuve ningún problema para entrar siendo una chica y creo que falta más este atrevimiento de ir a un ensayo y probar».

¿Imagino que seguirás yendo con todo por Misericòdia, no?

«Sí, tengo muchas ganas. ¡Se hecho muy larga la espera entre Sant Pere y Misericòrdia! Pero ya me han dicho que si eso se ha me ha hecho largo imagínate de Misericòrdia hasta Sant Pere».

¿Te gustaría que alguna chica más se animara a llevar el Carrasclet?

«Sí, me encantaría compartir colla con otra chica. Pero no conozco a ninguna chica más allá de la Noha, la primera aliguera, que íbamos a la misma escuela. Supongo que como nosotras no veíamos a ninguna chica llevando al gigante y eso nos hacía pensar que era imposible, esperamos que ahora que ya estamos nosotras las niñas pequeñas vean que es posible que lo lleven».

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