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Una ermita al abrigo de los guijarros

Sant Joan del Codolar, en el Priorat, es un paraje excepcional al pie de los riscos de la sierra de Montsant

Fachada de la ermita de Sant Joan del Codolar.

Una ermita al abrigo de los guijarrosCristina Serret

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Hay ocasiones en qué el nombre sí que hace la cosa. En la ermita de Sant Joan del Codolar (Priorat), los guijarros son la norma. Encaramada en los pies del Montsant, la ermita es rodeada de grandes rocas o guijarros que le hacen de abrigo.

Sant Joan del Codolar tiene sus orígenes en el siglo XV, cuando la orden de los cartujanos estableció un pequeño lugar de culto en un paraje entonces aislado. Ahora, la ermita es a poca distancia del núcleo de Cornudella de Montsant, y tiene la singularidad que se puede visitar habitualmente porque vive allí una ermitaña, Montse Domingo, que hace más de cuatro décadas que hace vida en este rincón del Priorat. El eremita, de trato afable, cuida del espacio y siempre tiene conversación para quien llama a su puerta.

Aunque a Sant Joan del Codolar se puede llegar en coche siguiendo una pista lo bastante bien acondicionada, hay varias formas de acceder a pie. Desde Cornudella mismo se puede recorrer|recurrir esta misma pista que se va subiendo hasta la ermita (3 kilómetros aproximadamente). Pero el camino más interesante es el que, partiendo de Albarca, lleva hasta Sant Joan siguiendo la senda de los antiguos cartujanos, y que enlazaba Albarca con Scaladei. Se trata del GR-174, conocido como el Camino de la Llisera, de dificultad baja, con un desnivel aproximado de 175 metros y una distancia de poco más de 7 kilómetros. Por el camino, se puede captar el innegable atractivo geológico del Montsant, que se hace evidente en algunos tramos un poco más elevados. Una vez llegados a Sant Joan del Codolar, se puede hacer una comida en una pequeña área de picnic.

La ermita, situada a 704 metros de altitud, se encuentra rodeada de grandes cipreses, símbolo de la unión entre el cielo y la tierra, y al cual se atribuyen valores espirituales y religiosos. La iglesia es un edificio de tres naves donde se venera una reproducción de la imagen de Sant Joan Baptista. La fachada está decorada con un reloj de sol, dos pequeñas ventanas y un ojo de buey. Junto a la ermita, se encuentran unos versos de Josep Carner (La ermita de Sant Joan del Montsant ).

Después de visitar la ermita, vale la pena acercarse hasta Cornudella de Montsant, el pueblo mayor de la comarca, que bebe tanto de la Sierra del Montsant como de las Montañas de Prades, dos zonas pobladas desde la prehistoria.

La fuente de Sant Joan del Codolar.

Una ermita al abrigo de los guijarrosCristina Serret

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