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Una vecina de Ulldecona crea una agencia de viajes en África

La falduda Pilar Millan y su marido tanzano retratan la vida «entre dos culturas» en una miniserie en línea

La falda Pilar Millan junto a su marido Henry Mwakajumba frente a un vehículos con los que realizan rutas por Tanzania.

Una vecina de Ulldecona transforma un viaje de búsqueda personal en África en una agencia de viajesACN

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Lo que empezó como un viaje de reencuentro personal en África se ha convertido en un bagaje idóneo para crear «viajes de autor», personalizados y responsables en el continente madre. Pilar Millan, de Ulldecona (Montsià), se enamoró de Tanzania y ha formado una familia y una vida que se mueve entre las dos culturas. Ha creado Piks on Safari, una agencia que promueve viajes al país africano de impacto positivo y local, alejados de estereotipos, mitos y del «volunturismo». Con el tanzano Henry Mwakajumba, director de cine, muestran las curiosidades y también los perjuicios, de vivir entre «dos mundos» en una miniserie en línea. Mwakajumba presentará en Ulldecona su filme Lost and Found, que aborda, entre otros, la violencia de género en su país.

El sueño de la falduda Pilar Millan era hacer un viaje de vida, de los que no tienen billete de vuelta. Hace cerca de seis años, en un momento en que la vida en Barcelona se le desmontó, decidió viajar a Tanzania con unas amigas. El grupo volvió, pero ella se quedó. Seis meses, la primera etapa. «Empecé a encajar otra vida sin darme cuenta de ello», reflexiona ahora. Después de viajar sola por África y trabajar en varios lugares del continente madre, volvió a Cataluña, y enseguida decidió que su lugar estaba en Tanzania.

Yendo y viniendo han pasado cerca de seis años. En el país africano se ha enamorado y ha creado una familia con su marido tanzano, Henry Mwakajumba, con quien tiene dos niños pequeños. Viven entre «los dos mundos» y lo muestran en una miniserie en línea con la que se ha hecho grande su primer proyecto en el que mostraba su experiencia con fotografías en una red social.

Ella abrió una cuenta para retratar sus vivencias y buscaba «romper con los perjuicios y la distorsión» y desvincular todo aquello relacionado con África con la pobreza y la miseria. El interés que despertó todo aquello que mostraba puso a rodar la idea. «Mi entorno quería venir a experimentarlo como yo y pensé que venía del mundo del turismo de siempre, que es mi pasión, vivía en un lugar que la gente quería descubrir y podía aportar alguna cosa en un mundo de injusticias». Así nació Piks on Safari.

Viajes a medida y «alma»

Las personas interesadas en viajar a Tanzania quieren ir a Zanzíbar y hacer un safari. Ella intenta ir más allá, «que la gente experimente su propia vivencia» en el país y «romper los estereotipos a partir de «vivir el continente negro de una manera coherente», resume Millan. Cuando un cliente contacta con ellos, primero se reúnen para «conocer qué estilo de viaje tienen en la cabeza y plasmarlo en una ruta», sobre el mapa. Pilar añade a sus viajes «todo el conocimiento que tiene por vivir allí y las posibilidades de coordinarlo». Después les hace una propuesta, adaptada a los días disponibles y a los intereses particulares de cada uno, e incluye actividades culturales y tradicionales.

En un viaje con Piks on Safari puedes aprender a cocinar con una de sus vecinas que ofrece talleres de cocina tanzana y degustaciones en su casa. Se puede también descubrir rutas en bicicleta que organizan empresas locales pequeñas «con las que los grandes turoperadores no pueden contactar». Estas grandes compañías, para Millan, ofrecen «viajes sin alma» que se pueden hacer a cualquier lugar.

Los viajes con Piks on Safari también son «más económicos». «Quiero que sean viajes éticos de principio a fin. No tendría sentido que los ofreciera igual de caros que el resto, tiene que tener coherencia», apunta. A Millan le gusta trabajar con empresas con impacto positivo, como la empresa de bicis que promueve talleres de recogida de plásticos para su comunidad. «Yo no he descubierto nada, sólo lo pongo al alcance de los clientes», dice. Valores de proximidad, kilómetro cero y economía circular también en África.

Contraria al turismo de voluntariado

Ella fue a Tanzania, a través de conocidos de familiares, para hacer de voluntaria en un orfanato. Pagó 500 dólares y dio otros recursos económicos que consiguió para financiar proyectos en el centro. De aquella experiencia da una opinión contundente contra el «negocio del voluntariado» (o «volunturismo»), el cual rechaza, desaconseja y no volvería a hacer. Como explica Millan, cuándo conoció la realidad del país y cómo viven «sin demasiada cosa», se dio cuenta de que el dinero que había pagado no había impactado en nada en aquel orfanato.

«La voluntad de cambio de los responsables de estos lugares no existe porque quieren que los siguientes voluntarios que vengan tengan tanta pena que sigan invirtiendo, pero el dinero no va donde tienen que ir», apunta. «Fomentamos un tipo de viajes que no tienen ningún sentido. Africà al final lo engulle todo, es nuestro contenedor para todo, también para nuestras experiencias vitales», lamenta. Millan acabó ayudando a aquellos niños sacándolos de cuando en cuando del centro para que vivieran experiencias como ir al cine, comer en un restaurante o ver el mar.

Una ventana abierta

Con la serie en las redes, Millan y Mwakajumba enseñan su vida como pareja mixta en África y los retos que Pilar encuentra allí. Quieren desmitificar como es el país y abrir «ventanas» a una Tanzania diferente de la que la gente tiene en la cabeza. De mostrar la cotidianidad de pareja y de su entorno, ahora con los hijos, Millan todavía no tiene claro si exponer también a los niños en este proyecto, aunque no descarta iniciar otro similares, pero mostrando un viaje en familia por el país africano.

Pilar señala que en Tanzania y en África también tienen sus estereotipos de cómo es la gente en Europa. Que Henrio empezara una relación «con una mujer blanca» no se tomó con seriedad entre las amistades de él e incluso se sintió juzgado cuando se casaron. Tenían miedo que Pilar lo abandonara o cómo criaría a los hijos. En cambio, la familia Mwakajumba ha acogido «muy bien» a Millan, aunque ella reconoce que a veces se pierde en las conversaciones porque todavía no domina del todo el suajili. En la calle todavía la tratan como una turista.

Retrato personal hecho película

Su marido la ayuda a profundizar en los conocimientos de la cultura y del país y se encarga de mostrar todo lo que hacen, con contenidos audiovisuales. «Él es una parte muy importante de Piks on Safari», dice la Pilar. De hecho, Henry Mwakajumba es director de cine y pronto presentará su película Lost and Found , donde aborda la violencia machista en su país. «El resultado - de esta violencia - es lo mismo. Aquí se lucha muy activamente y estamos más organizadas. Allí todavía no», dice Millan. «Ellas tienen que entender cuál es su lucha y de qué manera lo tienen que hacer porque no quiere decir que tengan que luchar como lo hacemos nosotros, pero también es una lacra», lamenta.

«El film destapa una realidad que no nos planteamos», apunta Pilar, pero en Lost and Found también se aborda otras temáticas como el amor, que lo puede todo, y sobre todo como Mwakajumba «ve su vida». Lo ha escrito, lo ha rodado y lo ha dirigido. «Es un proyecto espectacular y creo que sorprenderá porque enseña otra cara del cine africano lejos de perpetuar ciertos estereotipos». La película se estrenará en Ulldecona el 1 de septiembre.

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